Ahora que comienza la temporada de reproducción son muchas las aves que eligen el embalse de Castroagudín y sus alrededores para aparearse y nidificar; al igual que las hay que, aprovechando la notable subida del caudal, recuperan este espacio como dormidero.

Llama la atención la nutrida presencia de diferentes tipos de ánades que comparten protagonismo con alguna que otra focha común y todo tipo de pequeños pájaros.