-Y el domingo en Vilagarcía, ¿parece que está en auge lo de los conciertos a mediodía?

-Sí, supongo que la gente que nos escuchaba al principio ahora tiene hijos y es una buena manera de que nos sigan en directo por aquello de la conciliación familiar. Los conciertos por la mañana funcionan muy bien. Aquí en Valencia también se hacen y con mucho éxito. De vez en cuando salimos también así de la nocturnidad y no viene mal.

-¿El hecho de que sea un concierto más recogido y a otra hora fuera de lo habitual obliga a un cambio en el repertorio o a determinados arreglos?

-Vamos con un formato acústico en el que todo es más maleable. Es un ambiente más cercano. Tocamos incluso peticiones y contamos alguna historia entre canciones. Es todo como mucho más relajado. Perdemos en potencia de sonido, pero ganamos en intimidad y cercanía. Es diferente.

--¿Queda La Habitación Roja para rato? ¿Vamos a por otros 25 años?

-Vamos a ir disco a disco. De momento seguimos disfrutando de tocar donde nos van llamando para hacerlo. Tampoco se puede dar nada por hecho.

-¿Corren buenos tiempos para la música en directo?

-Todo está marcado un poco por el tema económico. Tampoco son muchos los conciertos que se hacen ahora. La gente joven no tiene mucho dinero y apuesta más por el formato de festival porque realmente le sale más económico. Luego la gente que puede acudir por dinero no lo tiene tan fácil por lo que sea. Hace años iba más gente a los conciertos de sala, pero ese público también crece y ahora van menos.