En torno a 400 usuarios que tiene la piscina de Cambados están de enhorabuena, aunque dentro de poco tengan que iniciar un "exilio" de casi un año por otras piscinas, como las de Sanxenxo, Vilagarcía, Marín, Rianxo o Pontevedra. y es que mañana lunes empiezan las obras de reforma integral de la piscina situada en el complejo deportivo de O Pombal.

Unos trabajos muy ansiados en Cambados, y que llevan en la agenda política desde hace más de una década. De hecho, ya se hablaba de la necesidad de cambiar la cubierta cuando era alcalde José Manuel Cores Tourís.

La presidenta de la Diputación, Carmela Silva, acudió ayer a Cambados para participar en el acto simbólico de colocación de la primera piedra de la piscina. Estaba acompañada por el diputado de Cooperación, David Regades, y por miembros del cuatripartito, con la alcaldesa Fátima Abal a la cabeza.

Carmela Silva destacó que la obra que se va a ejecutar no solo mimará la calidad de las instalaciones, sino también el diseño.

En este sentido, recordó que la estética del edificio será vanguardista, tal y como ya se había anunciado en la presentación del proyecto. El presupuesto es de 900.000 euros, que financia la Diputación de Pontevedra, y el plazo de ejecución es de 11 meses, de modo que la obra estaría acabada en diciembre próximo. Los trabajos los ejecutará la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Prace-Servicios y Obras, y Copcesa.

Traslado a otras piscinas

Los trabajos empiezan el lunes, pero por el momento serán solo de comprobación técnica de las instalaciones, por lo que la piscina seguirá abierta a los usuarios. Sin embargo, en un plazo aproximado de dos semanas sí empezarán las obras en sí, por lo que las instalaciones de baño quedarán cerradas al público. Sí podrá seguir utilizándose el gimnasio.

Cuando cierre la piscina, los usuarios tendrán que buscar otras instalaciones si quieren seguir nadando. A este respecto, Silva y el concejal de Deportes, Víctor Caamaño, explicaron que los abonados que se vean afectados por la obra tendrán la posibilidad de utilizar la piscina de Vilagarcía, que está gestionada por la misma empresa que la de Cambados.

En el caso del club de natación que hay en Cambados, les dan la posibilidad también de entrenar en Marín o Rianxo. En cualquier caso, los usuarios también tienen la opción de no abonar la cuota durante estos meses e irse a otra piscina que consideren oportuna, como la de Sanxenxo o Pontevedra.

Y es que el traslado a la piscina de Vilagarcía se antoja complejo, no por el desplazamiento, sino por el hecho de que las instalaciones de Fontecarmoa ya tienen ahora una demanda muy elevada de nadadores, hasta el extremo de que en horas punta es difícil encontrar espacio en algunas calles.

También está por ver como se va a organizar el trabajo con los cursos de natación para niños, que se imparten tanto en Vilagarcía como en Cambados. Sea como fuere, los promotores de la obra opinan que "a veces hay que hacer algún sacrificio". Y es que hasta ahora tenían que practicar deporte en unas instalaciones obsoletas, y que en algunos lugares se encontraban incluso en mal estado.

Para el Ayuntamiento de Cambados también es un alivio que las obras de la piscina empiecen ya. El diseño inadecuado de la cubierta provoca que se pierda mucho calor, por lo que los gastos en energía se disparan, y era el Concello el que tenía que correr siempre con la factura energética. Una pesada losa que quieren quitarse de encima.