Con más de una década a su espalda, la pasarela peatonal de O Terrón necesita actuaciones de mantenimiento en buena parte de su estructura. Eso es algo de lo que son conscientes en el Concello de Vilanova de Arousa, que llevan tiempo barruntando la forma de asumir el coste de esa actuación.

Finalmente, ese coste, cercano a los 30.000 euros, será financiado a través del Plan Concellos de la Diputación provincial y supondrá la sustitución de la mayor parte del tablero de esta infraestructura. Aunque la intención inicial era cambiarlas lo antes posible, el grupo de gobierno ha mantenido un encuentro con los hosteleros que les ha hecho desistir de esa opción y aguardar a la celebración de la Festa do Momo, uno de los eventos más importantes de Vilanova.

El alcalde, Gonzalo Durán, reconocía ayer que "los hosteleros nos han pedido que esperásemos un poco, ya que comenzar a ejecutar esa obra provocaría que el puente peatonal de O Terrón se encontrase cerrado cuando se celebrase la Festa do Momo, lo que dificultaría el acceso de toda la gente que estaciona en las inmediaciones de la playa al casco urbano".

La propuesta es calificada como "muy lógica, por eso nuestra intención es comenzar a trabajar al día siguiente de la celebración del Momo para que antes de Semana Santa se encuentre en perfectas condiciones". El aplazamiento del inicio de las obras no va a suponer ningún riesgo para las personas que transiten por el puente peatonal. "Es cierto que existen algunas cuadernas en mal estado, otras con grietas y algunas que se levantan, pero los técnicos dicen que no va a haber riesgo de ningún tipo, como quedó demostrado durante la celebración del campeonato gallego de Piragüismo de Promoción, celebrado en Vilanova, evento que cientos de personas siguieron desde el puente".

Además de las cuadernas, también se va a repasar el resto de la estructura para ver si se encuentran deficiencias que deban ser solucionadas lo antes posible.

Mientras se ejecuten las obras, que durarán varias semanas, los peregrinos que recorren la Variante Espiritual serán desviados por la nueva senda peatonal que bordea la entrada de la ensenada de O Esteiro y atraviesa hacia el casco urbano por el puente de la PO-306.

La pasarela peatonal de O Terrón se abrió al público en 2007, desde el primer momento, se convirtió en una referencia de Vilanova, sobre todo por permitir que los habitantes del casco urbano pudiesen acceder a las playas de la zona sin necesidad de dar el importante rodeo que supone atravesar la PO-306, además del riesgo que corrían los peatones, al no existir prácticamente aceras.

Cuando se puso en marcha la Variante Espiritual, el paso por la pasarela peatonal fue casi obligado, ya que la intención de Vilanova era ofrecer a los visitantes una de las más bellas estampas de la ría de Arousa antes de llegar al casco urbano. La pasarela se ha convertido en un lugar con una importante actividad social, tanto por la gran cantidad de personas que la recorren a diario, e incluso, por haberse convertido en zona de lanzamientos al agua para algunos jóvenes, una actividad de riesgo que, pese a las sanciones de la Policía Local, no se ha conseguido extirpar del todo.