La promotora de 40 nuevas viviendas en la finca Carús, en Trabanca Badiña, renuncia a la licencia para construir la urbanización, que si llegase a buen puerto sería la primera de Vilagarcía desde el pinchazo del ladrillo. El Consello de la Xerencia Municipal de Urbanismo aborda mañana el desistimiento de la empresa de continuar adelante con esta promoción inmobiliaria que cuenta con permiso del Concello desde años pero que para ejecutarla ahora habría que adaptarla a la normativa urbanística actual.

Esta urbanización se enmarcaba en el convenio urbanístico que en su día permitió al Ayuntamiento de Vilagarcía quedarse con el jardín y la casa del doctor Carús, donde actualmente funcionan la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de O Salnés (Afasal) y la de Párkinson de la provincia de Pontevedra.

Las 40 casas proyectadas por Promoción de Viviendas de Torrelodones S.L. iban a levantarse en el terreno ubicado a escasos metros del edificio municipal.

Se proyectaban cinco edificios con ocho viviendas cada uno, distribuidas en tres alturas y ático. Los pisos tenían dos y tres habitaciones, y los de mayor superficie superaban los 100 metros cuadrados. Todos incluían dos baños, garaje y trastero y la idea era dotar a "Residencial Fincarús" de zona vede y piscina comunitarias.

Pero esta promoción inmobiliaria se ha desinflado y no ha llegado a colocarse ni un ladrillo. La inmobiliaria de Vilagarcía que gestionaba las ventas declaró a este periódico en la pasada primavera que la construcción arrancaría una vez que se vendiesen entre un 30% y un 40% de las viviendas.

A lo largo de 2016 el sector comenzó a levantar cabeza con un repunte de las licencias de obra mayor en la ciudad del 32% en relación al año anterior (de 87 a 115). Entre esa actividad se encontraban rehabilitaciones, construcción de muros de contención, piscinas, parcelaciones, acondicionamiento de locales y también edificaciones de nueva construcción (bloques de viviendas, casas unifamiliares, naves, etc.), pero ninguna urbanización como tal. El conjunto de las licencias (computando también las de obras menores) creció un 20%.