El recurrente problema de la humedad en los pabellones de la comarca ha vuelto a azotar con fuerza en Vilagarcía. Todos los canchas cubiertas de la localidad se han visto afectadas, pero principalmente las dos del complejo deportivo de Fontecarmoa, lugar por el que pasan cientos de usuarios diariamente y que no han podido desarrollar sus entrenamientos por el pésimo estado de las canchas.

La situación se viene repitiendo de manera continuada durante la última semana y también durante el mes de diciembre en ocasiones puntuales. A los clubes de baloncesto afectados, como principales usuarios de las canchas, han tenido que suspender entrenamientos o limitar al mínimo los desplazamientos para evitar riesgos de lesiones sobre una superficie en la que cuesta incluso caminar sin temor a caerse.

A los perjuicios ocasionados se le une la condición de recurrente de este problema. Y es que desde la construcción del pabellón central de Fontecarmoa, a comienzos de los años ochenta, la humedad ha sido una constante. El hartazgo de los clubes de baloncesto, principales usuarios de las canchas, se ha visto alimentado porque la inversión realizada por los diferentes gobiernos municipales en solventar el problema ha sido mínima y, a todos los efectos, inútil.

Los problemas de peligrosidad de la instalación alcanzan también a sus vestuarios, donde se han venido registrando caídas e incluso lesiones a lo largo de los últimos años. Los saneamientos son los mismos que se conservan desde la construcción del pabellón central y la humedad aflora por paredes y suelos de manera alarmante. Todo ello sin ningún tipo de mejora reseñable a lo largo de más de tres décadas.

Juan Rodríguez Espiñeira, director deportivo del CLB, apuntó al respecto que "llevamos prácticamente dos semanas sin poder entrenar en unas condiciones mínimas. Por aquí pasan niños pequeños y tenemos que estar más pendientes de que no se hagan daño que de entrenar".

La situación afecta también a la propia competición, "tenemos diez equipos jugando competiciones autonómicas y hemos tenido que suspender muchos partidos con antelación por la imposibilidad de asegurar que se podría jugar el partido. La Federación multa deportiva y económicamente si no dispones de pista alternativa, pero es que en Vilagarcía todas las pistas tienen el mismo problema".

La solución más adoptada en los últimos años para paliar los efectos de la humedad, además de deshumidificadores, se reduce al encendido de unos cañones industriales de gasoil para subir la temperatura y evaporar la humedad de manera provisional, si bien estos cañones desprenden gases tóxicos por lo que su uso está limitado por la propia Fundación de Deportes.

En esta situación y a tenor del parte meteorológico, el partido del Cortegada el sábado en Fontecarmoa ante el Aros de León corre un serio peligro de suspensión con el consiguiente perjuicio para el club.