El Partido Popular, llegada la última quincena del año, empieza a hacer balance y alerta de los "grandes retrasos acumulados del gobierno local en los temas más delicados que tiene encima de la mesa. Mejor dicho, en el fondo del cajón", como sentencia la portavoz del grupo municipal, Elena Suárez, que achaca esta situación a una clara a inequívoca "preocupante falta de previsión en la gestión".

En un rápido repaso a los asuntos de mayor calado, que no están ni siquiera enfocados y que han carecido de los solicitados grupos de trabajo, destacan los presupuestos municipales (un mal hábito del PSOE, que se caracteriza por no aprobarlos en diciembre). En este 2017 no ha habido ni una sola reunión ni un solo avance, lo que genera dudas razonables de que "no hay nada hecho a estas alturas de año".

Otro de los grandes frentes que ni está ni se le espera a corto plazo es la escuela infantil de Vilaxoán. Salvo por los problemas que está generando a los vecinos y el conflicto provocado en la fuente cercana a donde acuden muchos vilaxoaneses y no vilaxoaneses, no hay más que un gran socavón que no va a cumplir "el plazo de 10 meses anunciado en su día por los socialistas".

Algo parecido ocurre con las humanizaciones tantas veces "vendidas" de plaza de Galicia o de plaza de Independencia, que no acaban de gozar de demasiado consenso ciudadano y que de entrada, este año ya no se va a mover ni la primera piedra. Tuvieron que ser los comerciantes los que alertasen de que la época navideña es probablemente la peor de todo el año como para ponerse a hacer obras, porque al gobierno no se le había pasado por la cabeza. Y eso que habían anunciado el inicio inminente en el último trimestre del año. "quizás sea en el último de 2018", ironiza la portavoz municipal popular.

El PXOM es otro de los grandes temas que viven en la oscuridad del cajón de Alcaldía. "Desde mayo que la Xunta le dijo que el expediente remitido no era válido, lo único que han hecho es ocultar a la opinión pública el fracaso y buscar un culpable externo", apunta Suárez, quien sigue a la espera de mantener una reunión previa, solicitada en tiempo y forma sobre este asunto, que el alcalde sigue negando sin aportar una sola razón coherente para ello.

Si hablamos de ordenanzas, llevamos meses leyendo titulares en prensa que prometen que "en breve" se presentará la ordenanza de mercados y lo único que se presenta públicamente es la impotencia de este gobierno a la hora de consensuar y redactar reglamentos. Como muestra, el caso de la ordenanza de terrazas, que lleva un año fracasando y siendo incumplida sistemáticamente y ahora el gobierno, por sorpresa y en plenas Navidades, parece haberse convertido en el mayor enemigo de los hosteleros y clientes.

Por último, las quejas de los ciudadanos durante largos meses sobre el lamentable estado de abandono del mobiliario urbano del centro (con especial enfado por los bancos de Rey Daviña) ha llegado hasta los últimos días de diciembre sin una solución€

Son solo algunos ejemplos de la manera de gobernar socialista. La acumulación de varios meses (en algunos casos más de medio año) se une a la evidencia de que otros asuntos no van a cumplir "ni de lejos" los plazos que el propio equipo de gobierno ha fijado. "Ellos, que tienen el dinero, la capacidad de contratación y subcontratación de empresas y trabajadores y todo el calendario por delante, no son capaces de acertar con sus propias previsiones. Es todo un hábito, un mal hábito, por cierto", zanja Suárez.

La voz autorizada del grupo popular asegura que "la descoordinación del PSOE en temas clave priva a los ciudadanos de mejoras en su día a día y además le cuesta dinero de sus bolsillos". Pone como ejemplo el tema de las ordenanzas fiscales. La falta de previsión ha provocado un pleno extraordinario para su aprobación inicial y otro para abordar una alegación de Espina y Delfín. Si lo hubieran hecho con tiempo, Ravella se hubiese ahorrado unos 7.000€ de los vilagarcianos, que bien podrían haber repercutido en mejoras, obras o en la rebaja de sus impuestos".

Sorprende que siempre fallen en los asuntos que se pueden programar de año en año como el alumbrado navideño (este jueves seguían retocando luces y algunas están fundidas), las propias ordenanzas fiscales, que si no llega a ser por los plenos extraordinarios no podrían entrar en vigor el 1 de enero o los propios presupuestos, que dejan en mal lugar la efectividad de un gobierno como el de Varela, ya que es de los pocos temas que tiene que conjugar a todas las áreas y concejales del PSOE.

"Ni en términos de operatividad, ni de eficacia, ni de eficiencia ni de previsión, el gobierno local puede sacar pecho y mucho menos dar lecciones, a pesar de la más que cuestionable actitud mostrada pleno tras pleno cuando se le saca a colación lo que es vox populi en la calle: que este gobierno improvisa, que no resuelve los problemas y que siempre le coge el toro", concluye Elena Suárez.