El gobierno municipal de Ribadumia está en la cuerda floja. Como sucedió hace casi un mes en Cambados, uno de los socios del ejecutivo está harto de los supuestos desprecios de sus compañeros de otros partidos, y amenaza con romper la baraja. En esta ocasión es Somos Ribadumia, que tiene a un concejal, Enrique Oubiña, en el tripartito municipal.

En un comunicado remitido a media tarde de ayer, la comisión ejecutiva de Somos Ribadumia afirma que se han aparcado numerosos proyectos que formaban parte del pacto de gobierno, referidos sobre todo a asuntos sociales y de promoción económica; que el ejecutivo está gestionando mal determinados asuntos, provocando a modo de ejemplo el retraso en las obras del Plan Concellos o la llegada a los vecinos de recibos del agua inflados; y que algunos ediles del tripartito le están "haciendo el vacío" a Enrique Oubiña, hasta el extremo de que no le comunican las gestiones que hacen referidas a áreas de su competencia e ignoran sus propuestas.

En política, importa tanto lo que no se dice como lo que se dice, de ahí que el comunicado de Somos Ribadumia sea esclarecedor. Así, si bien en ningún momento se dice explícitamente que estén estudiando la opción de dejar el gobierno -con lo que perdería la mayoría absoluta, y se le complicaría mucho lo que queda de mandato-, se deja claro que "si la situación no se reconduce de modo positivo e inmediato nos veremos obligados a tomar otro tipo de medidas".

En este sentido, en el último párrafo del texto se advierte de que los vecinos esperan de Somos Ribadumia que actúe "con seriedad y con respeto, pero también con contundencia y rigor si las cosas no suceden como deberían".

Hay que tener en cuenta además que el segundo tirón de orejas que Somos Ribadumia propina al alcalde, el independiente David Castro. El primero fue hace un mes, cuando el regidor se ausentó con motivo de un viaje a Francia con la Mancomunidade do Salnés. Días después, una fotografía de Enrique Oubiña compartiendo mesa en una cafetería de Barrantes con Salomé Peña y Luis Serantes, del PP, se hizo "viral", aunque Oubiña afirmó inmediatamente que el encuentro había sido para hablar de una rebaja fiscal, y que si el viaje de Castro a Francia había abierto una fisura en el tripartito, ya estaba sellada. Pero la herida vuelve a supurar. Ahora las quejas incluso afectan al único edil el PSOE, José Ramón González Lede.

Las tasas

En el comunicado, de cuatro páginas, se apunta que "nos sentimos muy molestos" porque el gobierno municipal no llevará a pleno la propuesta de Somos para bajar las tasas y para apoyar a las nuevas empresas, lo que impedirá que entre en vigor en 2018. Era un proyecto en el que Oubiña había puesto mucha ilusión, pero al parecer "los propios concejales del gobierno ignoraron por completo esta propuesta durante semanas, hasta que se hizo tarde para su debate".

Así las cosas, Somos exige que de forma inmediata se cambien las relaciones en el seno del tripartito y que se dé prioridad a cuestiones como la creación de una caja de financiación local, de una bolsa de empleo exclusiva para vecinos de Ribadumia, el impulso de los consejos vecinales o la ampliación del horario del Fogar dos Maiores.