La captación de la isla de A Toxa en el Umia ha quedado garantizada por la instalación de una presa que embalsa el agua justo en el entorno de la estación que la bombea al emisario.

Se trata de un dique de piedra que cruza de un extremo al otro el cauce a la altura de Ribadumia, muy cerca del Club Náutico O Muíño, que a su vez proyecta otros efectos perjudiciales pues disminuye el cauce fluvial en la parte inferior, de forma especialmente notoria en momentos de marea baja.

No es la primera vez que se realiza una construcción similar e incluso hay vecinos que recuerdan que de este mismo modo se dio servicio a un molino que existe en las proximidades o cuando fueron usados como "pesqueiras" o sistemas para la captura de especies como la lamprea o el salmón.

Aunque provisional se trata de una obra que altera el ecosistema fluvial propio ya que limita el discurrir habitual de las diferentes especies faunísticas que o bien se encuentran un freno en su bajada hacia la desembocadura y un insalvable obstáculo en el remonte. Cabe señalar que las inmediaciones de la presa están catalogadas como "coto de pesca" por la variedad de especies existentes.

Pero también para la flora supone un impacto, especialmente en la zona más baja del río, en el último tramo hacia Cabanelas, debido a que la sequía redujo muy considerablemente el caudal.

Este muro que tapona el río por completo permite que hasta la estación de A Toxa mantenga un caudal suficiente para garantizar el suministro tanto de los residentes como de los negocios hosteleros y clubes deportivos, alguno de los cuales como el de golf precisa grandes cantidades de agua para el mantenimiento del césped.

De hecho al llegar a la presa de Ribadumia, el agua consigue alcanzar casi su máximo nivel, a solo un metro de altura de la orilla. A continuación, salvo en momentos de marea alta, el caudal se reduce de una forma muy notoria, tanto que a veces ni siquiera es navegable para las piraguas que entrenan en esta parte del río.

La decisión de construir la presa provisional debería contar con la autorización de Augas de Galicia ya que altera de forma considerable este espacio pues se trata de un muro de importantes dimensiones, tanto de altura como de ancho.

Con este método se garantiza el almacenamiento de agua en esta zona, si bien el resto del río depende siempre de que se alcance ese nivel óptimo que requiere el suministro a la isla grovense.

Algunos vecinos subrayan que el agua no rebosa siempre por lo que el cauce se puede ver muy bajo en el entorno del puente de Cabanelas, lo que implica una cierta preocupación en el entorno.

Cabe señalar que los últimos datos sobre el Umia demuestran que la sequía es demasiado pertinaz por lo que el nivel se redujo a un 10 por ciento de su capacidad.

Recientemente la Mancomunidade de O Salnés revelaba que si en condiciones normales el Umia ofrece más de 25 litros por segundo, en la actualidad solo da dos.