El comercio de Vilagarcía está sufriendo un otoño horribilis, marcado -fundamentalmente- por el tiempo seco y unos desorbitados índices de paro que lastran la economía de cientos de familias en la ciudad. En esta situación, los hogares buscan productos baratos que muchas veces no encuentran en el pequeño comercio. Tal y como el propio sector admite, "no podemos competir en precios, sino en otros aspectos como calidad o trato con el cliente", expone la presidenta de la asociación de comerciantes de Vilagarcía, Rocío Louzán.

Para intentar superar este bache y aprovechar el tirón de la época del año de mayor consumo, es decir, las Navidades, las tiendas de la ciudad preparan una campaña "más participativa" que la de años anteriores con el objetivo de involucrar a la gente y "atraerla al centro". "Será una campaña mucho más de calle", avanza Louzán.

A los mayores esfuerzos en materia de dinamización y animación se suma la iluminación navideña, que este año llegará a muchas más calles gracias al contrato que el Ayuntamiento ha sacado a licitación por 60.000 euros. Así, habrá ornamentación lumínica en prácticamente todo el centro, así como también en los barrios más poblados y en los principales accesos al municipio. Las luces estarán encendidas de seis de la tarde a una de la madrugada.

Algunas calles a las que se extenderá el alumbrado festivo son Cervantes, Arzobispo Xelmírez, Santa Eulalia, Moreira Casal, Ramón Piñeiro López (frente al asilo), Agustín Romero, Matoshinos, Doutor Tourón, García Caamaño o Manuel Antonio, entre otras. Bien con arcos o con elementos decorativos en las farolas, la iluminación también estará presente en Os Duráns, López Ballesteros, avenida de Cambados, la urbanización de O Piñeiriño y la de Celso Emilio Ferreiro.

Como de costumbre, habrá estructuras cónicas a modo de árbol en la Praza de Galicia, Carril y Vilaxoán. También deberá decorarse la Praza do Concello, los jardines de Ravella, Praza de España y la de O Castro.

La empresa adjudicataria deberá cumplir unos requisitos, como realizar una prueba de funcionamiento cinco días antes del encendido oficial para evitar las incidencias ocurridas en el pasado, así como retirar el alumbrado en un plazo máximo de 15 días una vez finalizadas las fiestas navideñas. La compañía deberá disponer de personal de guardia localizable por el Concello para atender cualquier avería.

En el contrato también se incluyen las luces de fiestas de Santa Rita y San Roque de 2018, así como la conexión eléctrica a las orquestas.

Ahora que los días son más cortos, "la iluminación adquiere una mayor relevancia y acompaña durante más horas la actividad cotidiana de la gente, además de contribuir a crear ambiente y dinamizar la actividad comercial y hostelera de la ciudad en una de las épocas del año más importantes del año para estos sectores", esgrimen desde el Concello.

Así las cosas, el pequeño comercio de Vilagarcía jugará con las bazas de la ampliación del alumbrado navideño y con una campaña "más participativa", ya que descarta aplicar otras medidas como ampliar el horario de apertura u ofrecer descuentos más agresivos. "No se puede estar en permanentes rebajas y el problema es que la actual legislación lo permite. Cada uno hace lo que le da la gana y esto es la selva", opina la presidenta de Zona Aberta, Rocío Louzán.

Recuerda que el comercio abrió el pasado festivo 1 de noviembre sin grandes resultados. "Es imposible abrir todos los días porque no tenemos personal y en algún momento tenemos que descansar. Aunque yo creo que no porque una tienda abra más horas va a vender más", reflexiona.