Lo primero que hizo el Concello de Ribadumia, antes de denunciar lo sucedido ante Augas de Galicia, fue solicitar la presencia de un agente del Servicio de Conservación de la Naturaleza para que elaborase un informe sobre los daños. Una vez éste estuvo en poder de la administración municipal se ha remitido la "queja formal" a la Xunta. En ella, piden que se les dejen ver "las autorizaciones pertinentes" para la poda, así como que Augas "haga un requerimiento de acondicionamiento y saneamiento para tratar de subsanar la situación en la medida de lo posible".

La senda del río Umia la abrió la Diputación de Pontevedra con los fondos del proyecto Pousadas. Es un camino que discurre por una zona llana y con mucha sombra a orillas del río Umia, por lo que lo recorren a menudo muchos los vecinos de todas las edades, tanto de Ribadumia como de otras localidades. También es un camino habitual para turistas y aficionados al senderismo, ya que está homologada por la Federación Galega de Montañismo.

Las podas, cuando son excesivas, pueden ser también dañinas desde un punto de vista medioambiental, pues los animales que viven tanto en el río como en la ribera necesitan del cobijo de la vegetación, que también actúa como regulador de temperatura. Los ecologistas las critican a menudo.