La asamblea de la comunidad de montes de San Miguel de Deiro (Vilanova) terminó ayer abruptamente tras dos horas cargadas de tensión, durante las cuales hubo muchos gritos y hasta empujones. Incluso tuvo que intervenir una patrulla de la Policía Local, y según algunas fuentes se habría interpuesto una denuncia por supuesta agresión contra dos personas.

La reunión era para decidir si los comuneros alquilan un pinar que tienen en O Castelete para la creación de un camping, pero la junta rectora la suspendió antes de que se llegase a acuerdo alguno debido a que la crispación era de tal calibre que ya no se podía sostener el debate en un salón de actos de la casa da cultura lleno de gente.

El presidente de la entidad, Fernando Doval, declinó realizar declaraciones sobre lo sucedido en la asamblea. Quien sí habló fue Francisco Charlín, un vecino que fue concejal en Vilanova varias veces, tanto en la oposición como en el gobierno con Gonzalo Durán, y que es muy crítico con la directiva. Según él, los ánimos ya estaban caldeados, "porque hace dos meses este asunto ya fue a votación en una asamblea y perdieron los que quieren alquilar el terreno", pero terminaron de incendiarse ayer por la mañana cuando al llegar los vecinos a la casa da cultura se encontraron con dos guardias de seguridad en la puerta.