La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra acogerá el martes próximo, día 3, el juicio por presunto blanqueo de dinero procedente del narcotráfico contra Rosa María Charlín, que es una de las nietas del patriarca del famoso clan vilanovés, Manuel Charlín Gama. La vista es a las 10.15 horas, y el fiscal pide para ella una pena de cinco años y tres meses de prisión, y una multa de 720.000 euros. Además, reclama el decomiso de más de una decena de propiedades vinculadas a la vilanovesa, entre las que se encuentran desde su casa de Fontecarmoa (Vilagarcía), valorada en más de un millón de euros, hasta varios locales comerciales y fincas.

El Ministerio Público plantea en su escrito de acusación que Rosa María Charlín compró entre 1999 y 2004 unas 10 propiedades inmobiliarias, entre las cuales gastó casi 550.000 euros. Pero según las indagaciones, que fueron coordinadas por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Vilagarcía, la mujer solo ingresó de sus empresas en esa época unos 201.600 euros.

Según el fiscal, obtuvo también 228.000 euros de préstamos bancarios, pero en cualquier caso, añade, la arousana no puede justificar la procedencia de la totalidad del dinero, pues entre la suma gastada en la compra de propiedades y el ingresado por la actividad de las empresas y los créditos hay más de 100.000 euros de diferencia.

Dos aplazamientos

Rosa María Charlín Martínez ya iba a ir a juicio por esta causa en mayo de 2015, pero en aquella ocasión se suspendió la vista porque la defensa planteó una serie de cuestiones procesales que obligaron al tribunal a interrumpir el proceso. Posteriormente, se fijó otra fecha para el juicio en septiembre del año pasado, pero una vez más se suspendió la vista después de que la defensa pidiese la nulidad.

Según el escrito del Ministerio Público, entre finales de la década de los 90 y principios de la siguiente, Rosa María Charlín adquirió una decena de propiedades en su localidad natal, Vilanova de Arousa, y en la vecina de Vilagarcía. Entre estas figuraban pisos, áticos, locales comerciales o el chalé de Fontecarmoa en el que residió con su pareja, Jorge Durán.

Pero el fiscal plantea que la sobrina del patriarca de los Charlines no puede justificar la procedencia de todo el dinero invertido en dichas propiedades, y sugiere que éste procedía del narcotráfico. A este respecto, recuerda que la mujer, nacida en 1970, ya fue condenada por la Audiencia Nacional en 1995 a nueve años de prisión y a pagar una multa de 100 millones de pesetas de la época por su participación en un alijo de 1.000 kilos de cocaína que eran transportados en el buque "Rand", y que fue interceptado a unas 42 millas de las costas portuguesas.

Asimismo, la acusación sostiene que Charlín también compró los mencionados inmuebles con dinero del que fue su esposo a principios de la década pasada, Jorge Durán, y que fue también sentenciado por tráfico de drogas en 2004 a nueve años de cárcel y a abonar una multa de 568.000 euros.

Según las estimaciones del fiscal, Charlín ingresó entre 2001 y 2008 algo más de 200.000 euros, pero gastó casi 550.000 -eso sí, contabilizando también los de los ejercicios 1999 y 2000-, y no puede justificar esa diferencia. Por ello, considera que se ha producido un delito de blanqueo de dinero procedente del narcotráfico.

En las adquisiciones que realizó en ese periodo temporal también se encuentran dos coches (un Volkswagen Passat y un BMW X3) y una furgoneta.

Además, la sobrina del patriarca de los Charlines aparece hasta mediados de la década pasada como administradora de dos empresas, una de las cuales se dedica a la explotación de sendas gasolineras en Curro (Barro) y Caleiro (Vilanova), así como de una tienda de Vilagarcía dedicada a la explotación de máquinas automáticas y la venta de teléfonos móviles. Este comercio se llamaba J.D. Tien, y se da la circunstancia de que en ella trabajaba Fernando Caldas, un joven de Vilagarcía que desapareció en extrañas circunstancias y del que nunca se volvió a saber nada.

La hipótesis de la Policía es que fue asesinado en un ajuste de cuentas por narcotráfico, y entre los investigados estuvieron Jorge Durán y la propia Rosa María Charlín. Llegó a celebrarse un juicio, pero los acusados resultaron absueltos.