Aunque es un tema debatido hasta la saciedad en los últimos años, cada cierto tiempo alguna cofradía de pescadores reclama que se permita extraer y comercializar almeja babosa de 35 milímetros, alegando que hay zonas en las que no crece lo suficiente como para alcanzar los 38 reglamentarios.

En los últimos días esta reivindicación volvió a escucharse en Carril, donde el patrón mayor, José Luis Villanueva, propone reducir la talla en los bancos marisqueros de la desembocadura del Ulla.

Pero la conselleira, Rosa Quintana, descarta esta posibilidad, no sin antes recordar que rebajar esa talla "es un tema por el que peleamos y que ya planteamos a la Comisión Europea, donde acreditamos que en determinadas zonas de nuestro litoral la babosa tiene problemas para alcanzar un crecimiento mayor".

Lo que sucede es que "se hizo un estudio por parte de los técnicos, se identificaron las zonas donde hay este problema y eso está publicado en una Orden donde se contemplan los sitios en los que se puede recoger esta almeja aunque no llegue a los 38 milímetros".

Pero eso es todo. "Dicho esto entiendo que los parques de cultivo de Carril -espeta la conselleira- no tienen ninguna diferencia con las demás zonas de libre marisqueo o autorizaciones de la ría, y por tanto al funcionar con una semilla natural el tamaño tiene que ser exactamente igual en todos los sitios".

Al hacer esta reflexión Rosa Quintana advierte de que "otra cosa distinta sería que habláramos de acuicultura, donde la producción que se extrae es única y exclusivamente procedente de una semilla que a su vez procede de unos minicriaderos, y en ese supuesto podríamos hablar de otra cosa, pero como de lo que se trata es de una captación natural no cabe duda de que las normas son de aplicación para todos por igual".