En isla Decepción los soldados españoles van a toparse condiciones extremas, con una "sensación térmica de hasta 25 grados bajo cero, vientos que pueden alcanzar los 120 kilómetros por hora y el riesgo de convivir junto a un volcán activo".

En cualquier caso, la Base Antártica Española Gabriel de Castilla "está constituida por una serie de módulos dotados de todos los recursos necesarios para que el personal desplegado viva y trabaje en las mejores condiciones posibles".