"Y hubo un día en que el artista se alejó del concepto de la fotografía para adentrarse en la espesura selvática y brumosa de la pintura con una cámara. Como si buscase al agente Kurt, navegando en su barcaza por un río inhóspito hacia lo insólito, en busca de aquello de lo que todo el mundo habla, teme y admira. Buscando lo que puede suceder sin saber lo que puede suceder. Para cazar el caprichoso azar. Apresarlo en un negativo y retenerlo para hacerlo eterno". Este es parte del texto con el que presento la exposición "Versos sueltos" de Vari Caramés (Ferrol, 1953) en la Sala Pazo Torrado de Cambados.

No hay mucho más. En uno de mis viajes a A Coruña, donde reside y tiene su estudio, le llevé un par de párrafos donde mostraba el ambiente que para mí exhalan sus imágenes, con la intención de mostrarle, antes de continuar, los derroteros del lenguaje y la intención, el tono en el que iba a escribir, pensaba yo, un texto más largo y completo. Era una pequeña muestra. Sin más. Una vez hablado de las obras y de los detalles del transporte, distribución y montaje, le entregué el folio con el apunte del texto. Mientras lo leía recorrí con la vista las imágenes que colgaban en su estudio, muy cerca de la calle Real, escuchando seguramente de fondo, no recuerdo bien, a Coltrane.

Al poco, esbozó una sonrisa. "Ya está"- me dijo. "No hace falta más". Reconozco que entró en mí una sensación de alegría mezclada con sorpresa y alivio. Aunque me divierto y me sorprendo cuando debo escribir, también lo paso mal. Porque sabes que es una tierra donde otros han pacido, visitado o vivido, donde muchos otros críticos, comisarios, artistas y amantes del tema, más competentes y reconocidos que uno, han exprimido, rebuscado y publicado. Lo bueno es lo que uno ve. Dejarse guiar por el instinto. Como la fotografía de Vari Caramés. Siempre fue fiel a su forma de hacer, "y seguiré así hasta que me muera", apuntaba en la conferencia que dio en Cambados el pasado viernes, 25 de agosto. Su lenguaje fotográfico parte de máximas como "Saca del defecto los efectos", o "Donde estés, haz lo que puedas con lo que tengas".

"Versos sueltos" es una selección de imágenes extraídas de diferentes series del autor ferrolano, que sacadas de contexto muestran una lectura nueva. Son eso, versos sueltos. El espacio ayuda. El pazo, dividido en nueve espacios que, como habitaciones desiguales de una casa, muestra diferentes perspectivas, diferentes ángulos, que ayudan a diferenciar y a sorprender al espectador/visitante. Un recorrido circular donde todo vuelve al principio. Al juego, a la melancólica infancia, al recuerdo borroso, a la evocación del sueño.

Una exposición que suma casi un millar y medio de visitantes y que estará abierta hasta el 24 de septiembre.

*Técnico de Cultura de Cambados.