Los vecinos del barrio de San Roque tuvieron ayer su jornada de fiesta para rendir tributo a San Roquiño o Pequeno, ante la capilla ubicada en la calle dedicada al santo. Se trata de una romería popular que mantiene su tradición, sin ser eclipsada por la organización las fiestas grandes de Vilagarcía de Arousa.

La explanada junto a la capilla de San Roque fue preparada para la celebración de la misa de campaña que tuvo lugar a las 11.30 horas cantada por la coral Santa Eulalia.

Cientos de devotos se dieron cita ante la capilla con velas y exvotos para cumplir las promesas al santo. Al finalizar la misa, la comitiva se preparó para iniciar la procesión, por lo que efectivos de la Policía Local procedieron al corte de tráfico en la calle San Roque, desde las inmediaciones del instituto Castro Alobre hasta la Plaza de la Independencia.

Los gigantes y cabezudos, junto con el grupo folclórico Os Terribles de Arousa, iniciaron la procesión, tras la que iba el crucifijo, el estandarte y finalmente la imagen de San Roquiño o Pequeno, portada por vecinos del barrio. La columna humana ocupaba unos 200 metros de calle, ya que los devotos estuvieron acompañados por los miembros de la coral y también de la Banda de Música.

La romería popular se completó con reparto de empanada y vino para todos los asistentes, tras la procesión. Por la noche, en el barrio de San Roque se celebró una verbena popular a cargo de "Tres Latinos y "La Ola".

La festividad de San Roquiño o Pequeno tuvo que competir este año con la celebración del mercadillo al otro lado de la ciudad, zona donde ayer se centró toda la actividad comercial de Vilagarcía de Arousa.

El Concello autorizó la apertura del mercado de abastos a petición de la asociación de placeros, y también del mercadillo anexo, a instancias de los vendedores ambulantes. Hubo gran movimiento en esta zona durante toda la mañana hasta las dos de la tarde.