"Hemos vuelto a demostrar que podemos seguir mejorando cada año", explicaba Joaquín Parada, miembro de la asociación Roza do Pedrol, a modo de balance de la exitosa Festa da Malla celebrada ayer en la Horta do Cura de San Vicente.

Los asistentes pudieron disfrutar de los alicientes habituales, pero también de algunas novedades, como el arado "de virar" y la grada; dos elementos de madera elaborados de forma artesanal por los carpinteros de cabecera de la entidad cultural, Eduardo y Arturo.

De este modo el público pudo ver de cerca las exhibiciones de los lugareños, ataviados con ropas típicas, mientras golpeaban con fuerza la paja para extraer el grano o cuando labraban o araban la tierra como se hacía antaño con ayuda de dos portentosas reses. "Ha sido fantástico, y el año que viene será aún mejor porque queremos seguir creciendo en cada edición", pronostica Joaquín Parada.