En la Ruta da Pedra e da Auga amanece estos días sobre las ocho y cuarto. Es temprano, pero no tarda en aparecer gente... Situada en el interior de O Salnés, en una de las zonas con menor densidad de población de la comarca, es sin embargo uno de los senderos más concurridos por todo tipo de personas: pescadores, corredores, paseantes, peregrinos... Todos ellos hacen de la ruta que ha enamorado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en uno de los lugares más mágicos y especiales de O Salnés.

Hanne Pérez es una joven profesora de Dinamarca con ascendientes malagueños que está haciendo el Camino Portugués a Santiago. Salió de Oporto (Portugal) el viernes 21, y al llegar a Pontevedra torció hacia el monte Castrove y la aldea de Armenteira en vez de continuar hacia Barro o Caldas. Ayer salió antes del alba del albergue de Armenteira, y poco antes de las 9 de la mañana ya estaba muy cerca de la Aldea Labrega de San Martiño, contemplando absorta el espeso paisaje fluvial del río Armenteira. Lloviznaba.

Ya ha recorrido otros Caminos de Santiago -el Francés, el Primitivo, la Vía de la Plata desde Sevilla...- pero esta es la primera vez que se aventura tanto con el Portugués como con la Variante Espiritual do Salnés. Y la experiencia le ha gustado. "Es un camino muy bonito y muy tranquilo. Es como meditar mientras caminas".

La peregrina danesa se cruzó en el camino a la altura de los molinos de río con Manuel Rodiño, un vecino de Barrantes de 67 años que sube hacia Armenteira prácticamente todos los días. "También lo hago en invierno, menos los días que llueve mucho".

Camina con zapatillas deportivas y con los auriculares puestos. Ha empezado la ruta sobre las 8.30 horas, y afirma que camina a diario "porque tengo tiempo". Eso sí, también confiesa que el ejercicio físico "engancha". "A mí por lo menos sí, aunque cuesta al principio".

Rodiño conoce esta senda desde que era un niño. También fue pescador, por lo que la conoció antes de que la Diputación de Pontevedra y la Mancomunidade do Salnés la abriesen como lo que es hoy: una ancha y confortable ruta de senderismo apta incluso para niños y personas mayores, aunque haya en su parte media un tramo de un par de kilómetros bastante exigente. Para Rodiño no hay duda cuando se le pregunta como prefiere la zona, si en el estado solitario y virginal en el que lo conoció él en su juventud, o ahora. "Está mucho mejor ahora. Antes era imposible pasar por aquí y no se llegaba ni a la orilla del río", remacha.

Aunque no siempre llueve a gusto de todos. José Luis Blanco es de Xeve (Pontevedra) y ayer acudió temprano a pescar en el río Armenteira, que conoce bien porque su mujer es de la zona. Y aunque al final logró que alguna trucha picase el anzuelo, las primeras impresiones no fueron buenas. "Se ven pocos peces. El cauce está bien y hay bastante agua en el río para la época en la que estamos. Pero aquí vienen muchos pescadores por lo fácil que es dejar el coche, y como camina tanta gente por cerca del río las truchas no paran aquí".

Pero haya poca o mucha pesca, y aunque Blanco conoce otros cotos en las proximidades de Pontevedra, el arroyo de Armenteira sigue cautivándolo.

La Ruta da Pedra e da Auga también es un lugar al que acude mucha gente para hacer deporte. Un buen ejemplo es Mariano Rajoy, que cuando está de vacaciones en Galicia o realiza una escapada de fin de semana a su piso de Sanxenxo jamás perdona una caminata matinal a ritmo muy vivo desde Barrantes hasta Armenteira, a más de seis kilómetros de distancia.

Pero no es el único que ve en ese camino que discurre por Ribadumia y Meis un buen lugar para ponerse en forma. Dos corredores recorrieron ayer por separado la ruta cuando aún no eran las 9.30. Otros caminaban rápido con la ayuda de bastones. Porque como si de un bosque encantado se tratase, en la Ruta da Pedra e da Auga siempre hay alguien.