El día más importante de A Illa amaneció gris, incluso lluvioso, pero para un pueblo en el que más del 90% de la población vive del mar, ese pequeño detalle no iba a ser un problema, porque la jornada obligaba a rendir un importante homenaje a la Reina de los Mares, la Virxe do Carme. Los 75 voluntarios encargados de mover, durante toda la procesión, los más de 300 kilogramos que suman la imagen y la base para transportarla fueron los primeros en salir a la calle. Apenas acababa de amanecer cuando comenzaron su tradicional desfile, escoltados por gaiteiros por las calles de A Illa, y vestidos con el traje Lepanto de la Armada. Ese desfile tenía un único objetivo, despertar a los vecinos para que les acompañasen a rendir tributo a su patrona, cuya talla aguardaba en la iglesia parroquial de San Xulián, lugar que abandona tan solo una vez al año para recorrer los mares.

Fue sobre las 11.00 horas cuando la comitiva de marineros, perfectamente uniformados y con el paso ensayado desde hace más de un mes llegó al templo para sacar a la figura del Carme camino de la lonja. En ese trayecto tuvo lugar el primer momento emotivo, cuando la procesión gira en la avenida de Castelao y la 1ª travesía de O Cantiño, el punto desde el que la imagen observa, por primera vez en su larga travesía, las aguas azules del mar. Fue ahí cuando recibió el primer "baile" de los muchos que realizó durante la larga jornada. En el agua ya la esperaba gran parte de la flota de A Illa totalmente engalanada con banderas de todo tipo, que saludó su llegada al paseo de O Cantiño a golpe de bocina.

Tras la celebración de la misa de campaña en la lonja de A Illa llegó el momento de embarcar. Nada más salir de la lonja, la imagen se encontró con una multitud que poblaba el muelle de O Xufre para escuchar la primera Salve entonada por los marineros a las puertas de la rampa de embarque. Al final de la misma le aguardaba el García Mariño, la embarcación bateeira encargada de llevar la imagen este año. La travesía tardó poco en iniciarse, con el García Mariño rodeado de embarcaciones que querían coger el mejor sitio al lado del barco que transportaba la imagen de la santa. Incluso la lancha de la Guardia Civil no faltó a la procesión, tanto para rendir culto a la patrona de los mares como para vigilar que las pequeñas embarcaciones no protagonizasen ningún incidente. El objetivo de la procesión era el canal, un punto entre A Illa y A Pobra donde, hace varias décadas, tuvo lugar el hundimiento de un barco de A Illa en el que se registraron varios fallecidos. Allí se arrojaron varios ramos de flores en memoria de los marineros fallecidos antes de iniciar un regreso que llevó a todos los barcos hacia el muelle de O Campo, donde ya esperaba una multitud.

Tras aguardar a que el resto de embarcaciones desembarcasen a los cientos de pasajeros que acompañaron a la Virgen en su travesía por el mar, llegó otro de los momentos más emotivos, el desembarco de la imagen. Siempre mirando hacia el mar y con los marineros "bailándola" de espaldas a tierra, se entonó otra "Salve" que acabó con aplausos del público y con una gran salva de bombas. A partir de ahí se iniciaba el último tramo de la procesión que llevaría a la imagen de vuelta a la iglesia parroquial casi cinco horas después de salir. Una lluvia de flores despidió su paseo en la calle Sor Aurora, justo antes de entrar en la iglesia.

Una vez en el interior del templo llegó el momento de entonar la canción "Pobo da Illa" mientras los 75 marineros bailaban por última vez la imagen de la Virxe do Carme, antes de devolverla al espacio que ocupa durante todo el año en el interior de la iglesia de San Xulián.

El final de la procesión no significó el fin de la fiesta. Los marineros se encaminaron hacia el cementerio para rendir homenaje a los muertos, antes de ir a fusionarse con el resto de vecinos en las fiestas. Por la noche, llegó el turno de la última verbena de estas fiestas, amenizada por las orquestas Ritmo Joven y Ciclón. Esa verbena tan solo se vio interrumpida a medianoche para los fuegos artificiales que se lanzaron en las inmediaciones del paseo de O Cantiño y que pusieron el colofón a las fiestas de este año. Hoy se celebrará el Día do Neno en la plaza de O Regueiro.