La Asociación Agraria de Galicia (Asaga) fue la ganadora en el censo de viticultores de las elecciones al Consello Regulador da Denominación de Orixe Rías Baixas al conseguir, con 426 votos, 4 de la 9 vocalías en juego para el pleno de Consello. Otras dos vocalías fueron para la Agrupación Profesional de Viticultores Rías Baixas, una para Unións Agrarias, una para la Asociación Galega de Viticultores, y una para el Sindicato Labrego.

Estos datos fueron ofrecidos en la mañana de ayer en una conferencia de prensa conjunta en Cambados de representantes de Asaga y de la agrupación Rías Baixas. El presidente de Asaga, Francisco Bello, se congratuló de los resultados, "que son el fruto de un gran trabajo puerta a puerta", y aseguró que su agrupación apostará en lo sucesivo "por la formación y información al viticultor en aras a lograr una viticultura de calidad".

Los comparecientes vertieron duras críticas contra Unións Agrarias y su secretario general, Manuel Ángel Dopazo. En este sentido, Julio Reboredo (Asaga) acusó a Dopazo de ser "el instigador de acusaciones falsas en una campaña sucia y demagógica", en relación a que, tanto desde Asaga como desde la Agrupación Profesional de Viticultores, se pretendía bajar -siempre según UU.AA.- el tope de producción de uva de 12.000 a 7.000 kilos por hectárea.

"Bajar ese tope de producción a 7.000 nos parece una animalada, igual que nos parece el subirlo a 15.000 como pretende Unións Agrarias, lo que llevaría a reventar toda la Denominación de Orixe", planteó Reboredo.

Sobre dicho tope de producción, los comparecientes coincidieron en su idoneidad "porque permite mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda", desmontando en buena medida la razón de que por encima de 12.000 kilos no existe calidad de uva como se ha pretextado en ocasiones anteriores desde otros ámbitos.

Reboredo explicó que en la cosecha de 2011 "ante las presiones de Unións Agrarias y algunos otros sectores, el Consello aceptó permitir un incremento y elevar ese año el tope a 13.000 kilos. La consecuencia de ese error fue llenar las bodegas hasta los topes y provocar un excedente que hundió luego los precios de la uva durante los cuatro años siguientes". De hecho, llegó a afirmar que "lo único que busca Manuel Ángel Dopazo con la propuesta de 15.000 kilos, como socio de cooperativa que es, es llenarse el bolsillo".

El representante de Asaga se defendió también de la acusación sobre la utilización de políticos durante la campaña electoral: "Sí, los utilizamos, es cierto, pero porque eran viticultores, miembros de nuestra agrupación e iban en nuestras candidaturas, por lo que tienen derecho a ello".

Asimismo, en el plano personal, denunció el haber sorprendido "el pasado sábado a dos miembros de UU.AA. inspeccionando el interior de una plantación de mi propiedad, por lo que pido a los dirigentes de Unións Agrarias que se pronuncien sobre este modo de actuar". Los comparecientes calificaron de "esperpento" la repetición de elecciones en una mesa de Meaño. Julio Reboredo explicó que "lo que ocurrió el domingo 9 es que los miembros de una mesa, junto con una persona de Medio Rural presente en el colegio, dejaron votar a dos personas que se empeñaron en ello y que no estaban en el censo, de ahí que aparecieran votos de más". Y fue más allá al afirmar que "reventar esa mesa era algo que estaban planeado", en alusión a una candidatura rival.

Preguntados por la idoneidad del reparto de las vocalías del pleno del Consello Regulador, los comparecientes coincidieron en que "las cooperativas, con cuatro vocalías, cuentan con una representación excesiva".