El deterioro de la PO-531 es demasiado frecuente debido a la alta densidad de tráfico diario que soporta. De ahí la necesidad de un vial alternativo o complementario que lleva aparcado desde el inicio de la crisis cuando se frenó la autovía hasta Baión por su elevado coste, unos sesenta millones de euros para los algo más de siete kilómetros que faltan por construir.
La exposición pública de la alternativa A-57 entre Pontevedra y Curro que acaba de publicar el Ministerio de Fomento vuelve a resucitar la necesidad de que la Xunta desempolve el proyecto de construir la vía de alta capacidad desde dicha glorieta hasta el acceso al Puerto, es decir el enlace con la N-641 de Vilagarcía a Caldas de Reis.
La obra es una prioridad para los municipios de O Salnés, única comarca que solo cuenta con carreteras convencionales para enlazar con la Meseta, lo que afecta especialmente a su desarrollo.
