Los organizadores de las jornadas recalcan el enorme control que desde 2012 se lleva a cabo sobre los fitosanitarios que se emplean para combatir plagas en la agricultura.

Gracias a ello se ha puesto fin a la venta fraudulenta de algunos suministradores y se garantiza la trazabilidad de cada uno de los productos, de modo que se puede determinar con con exactitud el origen de un episodio de contaminación.

El técnico de Medio Rural, Víctor Novo explica que la regulación sobre estos productos permite conocer como actúa el agricultor y si lo hace del modo correcto.

"La compra de fitosanitarios está ahora igual de protegida que un medicamento que se vende en una farmacia", expone.

La idea es tener información de dónde se ha adquirido un producto concreto, la cantidad y quién la compró, ya que se trata en todo caso de profesionales que lo emplearán en los cultivos correspondientes.