Más de veinte asociaciones celebraron ayer en Vilagarcía la séptima edición de la Fiesta de la Música, que como es costumbre coincide con la llegada oficial del verano. Se trata de una conmemoración importada de Francia, y que se festeja simultáneamente en varias localidades de España, con la intención de promover el intercambio cultural entre los pueblos.

Varios colectivos culturales con la colaboración del Concello recogieron este año el testigo de Marisa Abalo y Mila Cuervo, organizadoras de la fiesta desde los inicios, para seguir dando alas a la música en su Día Grande.

En el caso de la capital arousana, Praza de Galicia, Arcebispo Lago, Rey Daviña, Ramón y Cajal, Peixería y Praza de España fueron los enclaves escogidos por la organización para llevar a cabo las más de dos docenas de espectáculos anunciados.

Desde las 18.00 horas las calles y plazas de la localidad eran testigos de numerosas actuaciones que incluyeron baile, música tradicional, zumba, capoeira e incluso actuaciones de varias corales, en la que participaron personas de todas las edades y que reunió ante ellos a un público muy variado.

La Fiesta consiguió reunir a cientos de personas animadas por la variedad de espectáculos que se sucedieron hasta la noche. Las representaciones de música tradicional congregaron a Nós de Sobradelo, Xeada, Treboada, San Pedro de Cea, A Nosa Señora da Xunqueira, Cantareiras Bulideiras, Pandereteiras y rondalla de O Castro, y también a la agrupación Airiños.

Por su parte Nydia, Embruxo y Perla de Arousa exhibían las habilidades de sus alumnas para la danza con bailes modernos interpretados por niños de muy corta edad, espectáculos que despertaron el interés de muchos viandantes que recorrían la ciudad.

Pero en la Fiesta de la Música también hubo lugar para el deporte, aunque siempre de la mano de la música. La Escuela de Danza Gemma Pizarro realizó una sesión de zumba kids, y también lo hizo en el mismo lugar una hora más tarde el grupo Zumba Fitness. Ábalo Capoeira Galicia estuvo también presente en Ramón y Cajal.

Las corales Cantigas, Aliento Xoven, Voces Amigas y la rondalla Gato Negro tuvieron muy buena acogida por parte de los vilagarcianos.

Al caer la noche, las actividades continuaban a lo largo del casco urbano del municipio convirtiendo Vilagarcía en una maratón musical para todos los gustos.