Una treintena de vecinos y cazadores de la asociación Barusi, en colaboración con un patrulla de la Policía Nacional, organizaron en julio de 2016 una infructuosa búsqueda de Miguel Solleiro Martínez por los montes de la parroquia vilanovesa de Baión -donde tenía una pequeña vivienda y animales- y diversas zonas del vecino municipio de Vilagarcía, donde residía con su familia este hombre originario de Tui.

Puede recordarse que los participantes se concentraron en el campo de fútbol de Montecelo y peinaron los caminos que debería haber atravesado el hombre en su transitar desde su casa en A Lomba (Vilagarcía) hasta la finca que posee la familia en Baión.

Pozos y caminos

Como se contó entonces los participantes se distribuyeron en pequeños grupos y actuaron tanto a pie como en vehículos todoterreno y a caballo para peinar alrededor de cuatrocientas hectáreas de superficie, deteniéndose a comprobar con especial celo los pozos que existen en esa zona y las proximidades de los caminos transitables.

Fue así como se buscó sin éxito en caminos, montes y entre la maleza en lugares como Costa do Sixto, Framil, Monte Cabalos, Paderne y Zamar.

Muchas dudas

Tras aquella batida Divina Vila reconocía que "no ha servido para clarificar qué ocurrió el pasado 13 de mayo, pero teníamos que hacerla para sacarnos una duda de encima".

Ayer insistió en esto y lamentó que "las dudas sobre el paradero de mi marido o de su cuerpo, en caso de que esté muerto, no nos dejan estar tranquilos". Por eso ahora que se cumple un año desde la desaparición quiere refrescar la memoria colectiva y pide apoyo para que se intensifique la acción policial "y tratar de saber qué pasó, dónde fue o dónde está".

"Nos gustaría que pusieran en la búsqueda de mi marido tanto empeño como el que se puso para tratar de localizar a la chica desaparecida en A Pobra -Diana Quer-, pero en nuestro caso no se nos prestó apenas atención", lamenta esta arousana que trata de conocer el paradero de su cónyuge.