La bodega que se le intervino a la familia Barroso se llamaba Val de Lore. La intención de los vilanoveses era bautizar la firma como Val de Lores (al encontrarse en la parte baja de esa parroquia de Meaño), pero tuvieron que quitarle la "s" final de la marca comercial por las trabas que se encontraron para utilizar en ella el topónimo.

Fuentes consultadas indican que la bodega era pequeña, pero que estaba muy bien montada. La intención de los Barroso era irse haciendo poco a poco un hueco en el mercado de los vinos albariños, de ahí que solicitasen un año su participación en el Encontro co Albariño de Autor, que se celebra en Meaño. Los Barroso no llegaron a darse de alta en esta asociación de pequeños cosecheros, pero pidieron poder exponer y vender sus caldos en una de las ediciones del festejo. La familia produjo vino durante unos cuatro años.

El caso más emblemático de narcos que hicieron negocios en el sector del vino es el de Laureano Oubiña. El isleño Marcial Dorado es otro de los que probó suerte en este sector, pero en Portugal.