Una familia de Castrelo (Cambados) denuncia que les han talado y robado una decena de árboles en una finca suya, situada en plena Red Natura. Sostienen, además, que el autor de la tala lo hizo con la connivencia de la Xunta de Galicia, pues según los denunciantes el autor de los hechos solicitó un permiso de tala en la Consellería de Medio Ambiente, y los técnicos se lo concedieron sin comprobar antes que la finca fuese suya.

La parcela se encuentra en la zona de As Quintáns, que está incluida en la Red Natura por su proximidad a la desembocadura del río Umia y al humedal Umia-O Grove. Eso provoca que los propietarios tengan un menor margen de maniobra sobre sus fincas a la hora, por ejemplo, de cortar unos árboles. Sin embargo, en esta ocasión, la Xunta sí autorizó la tala, por lo que la familia de los afectados está indignada, y ha presentado una denuncia en el cuartel de Cambados de la Guardia Civil. "Queremos que rueden cabezas, tanto de las personas que autorizaron una tala en plena Red Natura como de quien se llevó la madera", añade la hija del dueño de la parcela.

Según los denunciantes, se enteraron de los hechos la semana pasada, después de que unos vecinos les preguntasen si habían cortado los árboles en As Quintáns. Extrañados, los propietarios acudieron al pinar y comprobaron que, en efecto, les habían talado varios ejemplares. "Nos pasamos toda la Semana Santa intentando averiguar algo", apunta.

Fue entonces cuando acudieron al departamento de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia, donde, siempre según la versión de la denunciante, "nos reconocieron que había una autorización concedida, y que incluso un técnico suyo había estado presente en la tala". Pero, según los técnicos, no es competencia suya averiguar si el solicitante es en efecto el propietario de la parcela.

"Es más, ni siquiera nos han querido dar el nombre de la persona que solicitó la autorización. Esta mañana (por ayer) estuvimos llamando a uno de los funcionarios que nos dijo que vería si nos lo podía dar, y no cogió el teléfono ni una sola vez". Finalmente, sin embargo, hacia las 18.00 horas, la Xunta sí llamó a la hija del propietario, y le explicó que la autorización la pidió una empresa forestal ubicada en Cambados.

Los denunciantes cifran en una decena los árboles robados. Señalan que algunos de ellos eran centenarios, por lo que su valor económico era muy elevado. Había unos ocho pinos de gran porte, así como tres eucaliptos grandes.