La campaña del centollo en Galicia, que entra ya en su recta final -termina oficialmente en junio- , se caracteriza por la escasez de producto, pero también por la elevada cotización en lonja. De ahí que la flota de enmalle compensara una cosa con la otra para alcanzar ya los tres millones de euros en primera venta después de la comercialización de 220 toneladas de crustáceo.

La pesca del considerado "rey de los mariscos" -sobre todo lo es en O Grove, que para eso es su puerto estrella-, comenzaba el 13 de noviembre. Desde entonces se han obtenido en las lonjas gallegas, como queda dicho, tres millones de euros, que es la misma cantidad que se había facturado entre noviembre de 2015 y principios de abril de 2016, a pesar de que entonces se despacharon 296 toneladas, frente a esas 220 toneladas comercializadas en la actual temporada.

2015-2016

Si se desmenuzan todavía más y se comparan ambos períodos puede decirse que en la recta final de 2015 se vendieron en las rulas 225 toneladas, mientras que en los dos últimos meses de 2016 las capturas cayeron hasta las 162 toneladas. Y en las dos ocasiones se ingresaron 2,2 millones de euros.

Asimismo, en el primer trimestre de 2016 las subastas en lonja llevaron a los mercados 70 toneladas, y en el mismo periodo de este 2017 el balance se queda en casi 58 toneladas, siendo los ingreso de 774.000 y 760.000 euros, respectivamente.

Así pues, la conclusión es que las capturas descendieron significativamente, tal y como se quejó el sector desde el principio, pero los ingresos en primera venta se mantienen, ya que ante la escasez los compradores pagan más, y lógicamente los consumidores también.

El mejor ejemplo de esto está en las cotizaciones que maneja la plataforma Pesca de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar.

Según esta herramienta tecnológica gestionada en base a los datos de la propias lonjas y cofradías, el precio medio del centollo había sido de 10 euros por kilo en la recta final de 2015, mientras que en la época de Navidad de 2016 la media era de casi 14 euros. Y cuando resulta que en el primer trimestre de 2016 se pagaba a 11 euros, en el mismo periodo de este año la media estuvo ligeramente por encima de los 13 euros por kilo.

Otro dato a tener en cuenta es que este preciado crustáceo había situado su techo en 43 euros por kilogramo en las fiestas navideñas de 2015, pero en las de 2016 se elevó nada menos que hasta los 55 euros.