La lamprea parece empezar a entrar en el Ulla. Ya sucedió algo parecido hace semanas, pero aquello fue solo un espejismo y la escasez de producto detectada desde que empezó la temporada, a principios de enero, se mantuvo hasta prácticamente la actualidad.

Nadie duda de que la campaña está siendo muy mala -los pescadores la tachan de "horrible" o "pésima"-, pero aún así hay ciertas esperanzas, al menos para cerrarla con buen sabor de boca.

La escasez de producto es preocupante, y en el sector insisten en que no recuerdan algo así; ni siquiera los más veteranos. Pero también se aferran a la sabiduría popular para decir que "ríos secos, pesqueiras tardías", lo cual es tanto como apuntar que las escasas precipitaciones durante el pasado otoño y buena parte del invierno son un handicap difícil de sortear.

"Al menos tenemos la esperanza de que empiece a aparecer la lamprea en cantidad en lo que va de campaña", dicen desde el colectivo de valeiros, donde recuerdan que la pesca de lamprea con nasa butrón que practican desde sus barcos a la altura del puerto de Pontecesures finaliza el 15 de abril.

Al menos ayer, con una media de entre tres y seis piezas por barco, parecían constatar que "empiezan a remontar el río", dicen que gracias a las mareas vivas y a los vientos de componente norte.

"Tampoco en el Miño estaban pescando nada y ahora parece que empiezan a entrarles a ellos también", relatan los mismos pescadores, convencidos de que "o esto mejora o no habrá producto para organizar la ruta de los pinchos de Pontecesures -el último fin de semana de este mes- ni la fiesta exaltación" prevista para el 2 de abril.

"Si las cosas cambian y este aparente aumento de capturas se mantiene en los próximos días podrá hacerse la fiesta, pero si todo sigue como en las primeras semanas será inviable", puntualizan los valeiros.

Al ser preguntados por la escasez del primitivo pez algo parecido responden los titulares de las tradicionales pesqueiras ubicadas río arriba. En estas construcciones de piedra que ya empleaban los romanos la temporada está siendo igual de floja, pero como en el caso anterior mantienen la esperanza y confían en lograr un final de campaña positivo.

"Está claro que el pescado llega muy tarde este año, pero bienvenido sea", reflexiona uno de los pescadores consultados ayer, quien asegura además que la cartilaginosa "dama del Ulla" se está vendiendo a precios que oscilan entre los 25 y los 35 euros la unidad, dependiendo del tamaño.