A estas horas se celebra en O Grove el "Xoves de Comadres" y el "Xoves de Compadres" -o "comadros"-, es decir, la fiesta nocturna que abre el Entroido, en la que hombres y mujeres disfrutan por separado a modo de singular guerra de sexos. Hacen un paseíllo por la villa meca, se reúnen en diferentes restaurantes, dan cuenta de una copiosa cena y después se van de copas, por lo que inevitablemente acaban encontrándose.

Normalmente son ellas las que dominan, pues desde que se restauró esta tradición siempre superan en número a los hombres. Pero este año casi puede hablarse de un empate técnico, pues a estas horas -la medianoche del jueves- están participando alrededor de sesenta mecas y medio centenar de mecos.

Desde 2003

Desde 2003Se trata de una tradición recuperada en 2003, cuando las asociaciones de padres y madres de alumnos de los colegios Valle Inclán y del instituto As Bizocas, junto con la Asociación Cultural de Ocio e Tempo Libre Abrollos, se dispusieron a recuperar algunas de las celebraciones más típicas del carnaval que se habían perdido en el olvido con el paso de los años.

Se trataba del "Domingo Fareleiro", el "Xoves de Comadres" y el "Domingo Oleiro", que se incluían en el programa oficial del Entroido 2003 de O Grove.

El "Domingo Oleiro", cabe recordar, recuperaba el "xogo da ola" tan típico de lugares como Xinzo de Limia. En aquella primera edición se adquirieron cien ollas con las que realizar dos juegos diferentes, uno colgándolas y otro lanzándolas. Se explicaba así que esto ya se hacía en la villa meca en los años cincuenta, a iniciativa de "un vecino de Limia que los más viejos recuerdan como trabajador de Renfe, del Juzgado o de Correos".

Tradición consolidada

Pero el "Domingo Fareleiro" y el "Domingo Oleiro" duraron poco. El "Xoves de Comadres", sin embargo, se mantuvo en el tiempo. Y no solo eso, sino que con los años, aunque ya a iniciativa de vecinos a título particular, se le añadió el "Xoves de Compadres".

El de "comadres" se presentó entonces como un homenaje a las mujeres de las asociaciones organizadoras, "que tendrán un día de fiesta solo para ellas, porque se lo han ganado a pulso", explicaban los promotores.

El objetivo de aquella celebración era elaborar un muñeco de paja u otro material ataviado con ropa masculina y un cigarro en la mano. "Las comadres se concentran ante el consistorio y pasean el mu- ñeco hasta el restaurante en el que degustarán una cena típica de estas fechas, manteniendo al muñeco bajo vigilancia, ya que los hombres intentarán robarlo", explicaban desde la organización.

Al final de la velada las mujeres tendrían que prender fuego a aquel muñeco.

A estas horas, con muñeco o sin él, hombres y mujeres de O Grove se lo pasan en grande estrenando el carnaval.