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Un templo para la buena música en A Illa

Víctor García gestiona el primer estudio de grabación que existe en el pequeño municipio arousano

Víctor García en las dependencias de KSF Estudio de A Illa de Arousa. // Noé Parga

La música está considerada como el cuarto arte, un arte que acaba cautivando por completo a muchos de los que la descubren en la adolescencia y nunca más la abandonarán. Uno de esos cautivados es el isleño Víctor García, guitarrista de grupos que han formado parte de la leyenda del rock en la comarca de O Salnés, y que ha llevado esa pasión que siente por el cuarto arte hasta el extremo de convertir un espacio de su casa de A Illa en un estudio de grabación por el que están pasando muchos de los grupos de la comarca que comienzan a hacerse un hueco en este mundo.

Bateeiro de profesión, García se lanzó al mundo de la música cuando era tan solo un adolescente. Al igual que muchos jóvenes montó su primer grupo en el instituto, una banda que apenas pasó de realizar unos cuantos bolos ante los amigos y de duración tan efímera que ni siquiera llegó a tener un nombre con el que identificarse.

Sin embargo, mientras muchos de sus compañeros dejaban la música de lado, el isleño optaba por mantenerse estrechamente ligado a ella, y a raíz de ese motivo, llegó después su militancia en grupos de rock que figuraron o todavía se encuentran en esa leyenda del rock de la comarca, como son los casos de Fungo, Undertown o la Neuroband, precursores de muchos de los que han dado el salto en los últimos tiempos.

Fueron las trabas para grabar un disco, sobre todo las económicas, las que le llevaron a poner en marcha, allá por 2005, una idea que llevaba barruntando prácticamente desde que se inició en esto, la de crear su propio estudio de grabación. "Siempre queríamos grabar un disco para dar a conocer nuestro trabajo, pero nos encontrábamos que en los estudios de grabación nos clavaban una pasta y no siempre quedaba el sonido como nos gustaba, por eso consideré que se podía aprovechar el local de ensayo que estaba creando en casa para que fuese algo más, un espacio en el que grabar nuestros propios temas y darlos a conocer después por las diferentes plataformas", explica.

Dicho y hecho. El primer paso fue la insonorización del local, para, poco a poco, ir dotándolo de los contenidos necesarios y convertirlo en un espacio en el que grabar, de forma lo más profesional posible un trabajo musical. Contar con los medios y carecer de los conocimientos necesarios para aplicar en un estudio de grabación era algo que carecía por completo de sentido. Por este motivo, a medida que el local iba contando con un mayor número de contenidos, García se esforzaba en el estudio, recurriendo a la Universidad a Distancia para adquirir los conocimientos fundamentales para dirigir un espacio de estas características.

Esas fueron las bases de KSF Estudio, fundada en el año 2005 y que ha ido creciendo "muy poco a poco, hasta el pasado año, cuando me lancé en serio, de una forma semiprofesional, y la verdad es que en el estudio hemos conseguido un sonido de grabación que ya le gustaría a los Beatles en su momento", señala con una sonrisa.

García se encarga de todo el apartado de la producción musical desde el primer momento en que entra un grupo por la puerta. "Cuando vienen, todos ellos tienen claro como quieren sonar y tu se lo vas adecuando para que la maqueta quede lo más perfecta posible", explica.

Los primeros en estrenar el local fueron la Neuroband y Undertown, grupos en los que García se integró como guitarrista, pero la calidad del sonido ha permitido que hayan pasado varios grupos de toda la comarca por el estudio de grabación de A Illa. Precisamente, uno de los últimos trabajos en salir de KSF Estudio ha sido el elaborado por Death Wood, un grupo de Portonovo, que lo estrenó la pasada semana.

Otros trabajos que también se están moviendo en estos momentos y que han salido de las cuatro paredes de la calle Rodel son los de la propia Neuroband, Quilma o Doen, todos ellos con un sonido potente de rock.

Los dos últimos ya han comenzado a "rular" por diferentes plataformas como Youtube para darse a conocer. Además, Doen estrenará disco el próximo 4 de febrero en el auditorio municipal de A Illa, mientras Quilma ha lanzado a las redes el tema "O noso mar".

No todos los que pasan por las manos de Víctor García están exclusivamente ligados a la música rock.

También el grupo de acordeones Arosa Bay ha pasado por la sala de grabación de KSF y él abre las puertas a todas aquellas bandas que quieran dar el salto a editar alguno de sus trabajos.

"Para mi se ha convertido en un extra que casi no me reporta beneficios económicos; mi primera actividad sigue siendo levantarme cada mañana, subirme a un barco y levantar cuerdas de mejillón, pero el estudio se ha convertido en una verdadera pasión en la que quiero continuar formándome", indica.

Pese a ese interés y esfuerzo, García es consciente de que llegar a vivir algún día del estudio de grabación "es algo muy complicado, sobre todo si se tiene en cuenta el escaso valor que se le concede a la cultura en este país".

El coste de editar un disco, señala García, no es excesivo, "depende mucho de los derechos de autor; si quieres cobrar de la Sociedad General de Autores (SGAE), ese coste se encarece bastante, pero existen otras entidades de derechos de autor que son mucho más asequibles y que te defienden en caso de algún conflicto, pero no cobras por la reproducción de tu tema".

Mientras se centra en la producción a través del estudio, García no ha descuidado su pasión por la guitarra.

En estos momentos, se encuentra cursando el octavo grado de guitarra en la Rock School, el último de los que se imparten, y ya baraja, una vez que supere esa formación, comenzar con la de producción para acabar de completar su formación.

"La Rock School es uno de los títulos más prestigiosos del mundo y que te habilita como músico en 48 países del mundo, entre los que se encuentran todos los europeos y Estados Unidos", señala.

De hecho, continúa García, "tras los ocho años de formación y tres de un máster tienes el título de músico profesional, e incluso, puedes dar clases a un nivel profesional muy alto".

A sus 38 años de edad, su trayectoria vital le ha llevado a formar parte de varios grupos de música que han llenado con sus letras muchas salas de conciertos, no solo de la comarca, sino de toda Galicia. Ahí están los nombres de Fungo, Neuroband, Undertown y muchos otros en los que ha demostrado su dominio de un instrumento tan atractivo como es la guitarra eléctrica.

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