Últimamente al Ayuntamiento de Vilagarcía no llegan buenas noticias. Después de conocer que el ERE en Eptisa puede poner en serio riesgo la revisión del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), el Concello ha recibido otro varapalo, esta vez por parte de la Xunta, que le obliga a devolver la parte del préstamo "Luz Salgada" no ejecutada (4,1 millones de euros) más los intereses generados desde la concesión del crédito en 2006 (1,3 millones). El gobierno socialista considera que esta resolución "carece de sentido" porque, en primer lugar, el crédito ya fue reintegrado en 2015 por el anterior alcalde, Tomás Fole (PP) y, en segundo, porque el Tribunal Supremo, a través de una sentencia emitida en febrero del año en curso, eximió al Concello del pago de los intereses.

Basándose en los informes de Secretaría, Intervención y Tesorería, el alcalde Alberto Varela ya ha presentado alegaciones contra la decisión del Gobierno autonómico.

Según explican desde Ravella, la Xunta argumenta que en agosto de 2016 autorizó el cambio de finalidad de "Luz Salgada" con destino a las obras de la plaza de abastos por importe de 2,5 millones de euros, un permiso que Vilagarcía llevó al pleno de noviembre. Paradójicamente, cuando el Gobierno gallego concedió este permiso, el Ayuntamiento ya tenía un acuerdo para financiar la segunda fase de reforma del mercado por otra vía (no obstante también con la administración autonómica), puesto que en 2015 se acordara devolver "Luz Salgada" por la "imposibilidad material de su ejecución". "En 2016, con un nuevo gobierno, no es que esa imposibilidad se mantuviera, es que el dinero, además, ya estaba devuelto. Y aún más: realizadas gestiones directas de la tesorera ante el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y de la entidad colaboradora La Caixa, ambas manifestaron desconocer el procedimiento a seguir para recuperar 2,5 millones de un crédito ya cancelado", exponen fuentes municipales.

Cuando en septiembre de 2016 el secretario xeral de Presidencia autorizó el cambio de finalidad de esos 2,5 millones de euros de "Luz Salgada (del parking de Fexdega proyectado en su día a la reforma del mercado) "no ofreció ninguna vía de financiación ni la forma en que se articularía el mismo. Por tanto no nos encontramos ante un incumplimiento voluntario del Concello de Vilagarcía, sino que se trata de un supuesto de imposibilidad material ante la falta de financiación por parte de la administración competente, ya que ni el Estado reintegró la parte del préstamo amortizado anticipadamente por la cuantía de 3,1 millones de euros, ni la Xunta estableció forma alguna de financiación. De lo anterior se deriva que la ejecución de las obras sin financiación supondría el incumplimiento de la legislación vigente en materia de contratos de las administraciones públicas", según recogen los informes del Concello y se repite en las alegaciones de Varela enviadas a Santiago.

Pero como la Xunta insiste en que aún se pueden utilizar esos 2,5 millones de euros -dicen desde el Ayuntamiento-, el alcalde manifiesta al Gobierno gallego que estaría dispuesto a suscribir un nuevo préstamo FOMIT con el ICO y La Caixa por esos dos millones y medio de euros "o bien que se reintegre al Concello la cantidad del préstamo amortizado anticipadamente por la cuantía de 4,1 millones, siempre y cuando el secretario xeral de Presidencia establezca los trámites a seguir".