La asociación galega de linfedema, AGL, atiende desde Vilagarcía de Arousa a enfermos de las cuatro provincias que padecen esta crónica inflamación de los canales linfáticos. Actualmente cuenta con un centenar de socios afectados por el mal que acuden al local de la entidad, situado en la estación de autobuses, en busca de asesoramiento y tratamiento para mejorar su estado y frenar el avance del mal.

Son muchas las necesidades que tiene este colectivo, ya que los tratamientos no están reconocidos en la categoría de enfermedad crónica, y pocos los recursos con los que cuenta la asociación, por lo que cuenta con la colaboración de Confederación Galega de Personas con Discapacidad, Cogami, que financia la contratación de una trabajadora social. A cambio, en la sede de AGL se ofrece asesoramiento a todas las personas con discapacidad. El local funciona de lunes a viernes, en horario de 9.30 a 14.30 horas y, para quienes no pueden asistir por la mañana, los lunes por la tarde abre de 16.30 a 20.30 horas. Está a cargo de la trabajadora social Ana Belén Moreno Morales.

"La gente está poco informada de lo que es esta enfermedad. Hay linfedemas primarios, de tipo congénito, y secundarios. Estos últimos se producen tras intervenciones quirúrgicas de cáncer de mama o de próstata, así como otras urológica y ginecológicas en las que estén afectados los ganglios linfáticos. Se trata de una enfermedad crónica progresiva que puede llegar a ser grave, si no se recibe atención sanitaria, ya que puede derivar en elefantiasis", expone el presidente de la asociación galega de linfedema, Juan Manuel Lameiro Barreiro.

La asociación ofrece información, orientación y asesoramiento a todas las personas que se acercan a su sede en Vilagarcía, tanto por los temas de linfedema como por discapacidad.

AGL también lleva a cabo un programa de sensibilización y de tratamiento de fisioterapia mediante drenaje linfático manual de mantenimiento, a través de especialistas para ayudar a frenar la enfermedad.

Todo esto se lleva a cabo con escasa ayuda económica, salvo la aportación de Cogami, por lo que la directiva de la asociación se ve obligada a salir a la calle con un mercadillo solidario para recaudar fondos.

Ayer este mercadillo solidario tomó la Plaza de Galicia con la oferta de artesanías elaboradas por pacientes y familiares y donadas para el mantenimiento de la asociación.

La asociación demanda la disponibilidad de un local como tienen otras entidades sin ánimo de lucro en Vilagarcía, cedido por el Concello para ahorrar el pago del alquiler. Pero mientras tanto, se ocupa de la lucha por otros objetivos sanitarios que redunden en beneficio de todas las personas que padecen linfedema.

Las reivindicaciones las expusieron al conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, en una reunión en agosto y esperan una respuesta positiva al menos a gran parte de sus planteamientos.

Entre las peticiones figura el reconocimiento del grado de discapacidad de esta enfermedad, ya que actualmente solo se considera la elefantiasis; la participación en las mesas de trabajo de valoración de los catálogos ortoprotésicos y que se equiparen al tratamiento medicamentoso por enfermedad crónica las vendas de contención que deben utilizar estos pacientes para contener la progresión de esta enfermedad. También proponen la implantación de unidades de linfedema en los hospitales y un programa de acción sanitaria con protocolo de intervención multidisciplinar.

La dolencia es prácticamente desconocida por la población y muchos pacientes sometidos a operaciones de cáncer no son informados por los médicos de que pueden padecerla.