Es Dolores Rodríguez Rey. Tiene 53 años y la conocen como Loli. Muchos la recordarán de su etapa como auxiliar de Policía Local, pero esta vecina nacida en Lordelo (O Grove) va a ser recordada por mucho tiempo como la madre de Miguel Vilas, el concursante gallego de Gran Hermano 17 que llegó al reality provisto de peluquín y dando una imagen de superioridad e incluso prepotencia pocas veces vista que empezó a esfumarse cuando decidió desvelar su secreto, quitarse el postizo y mostrarse como realmente es.

Ya rapado por completo, Miguel Vilas fue capaz de colarse en la fase final del popular programa, y eso le permitió disfrutar de unos emotivos y cortos minutos en directo junto a su madre, una tía y una amiga.

Ahora, a través de FARO, Loli Rodríguez quieres salir en defensa de su hijo y dejar claro que "es muy buena persona, honrado, honesto y amigo de sus amigos".

"Un hombre de bien"

"Es técnico sanitario y domina el lenguaje de signos, ¿si fuera una persona mala estudiaría realmente para hacer esas cosas que básicamente consisten en ayudar a los demás?", se pregunta. Y ella misma se responde: "Es un hombre de bien".

Y acto seguido muestra su preocupación ante lo que está sucediendo, ya que "quieren dar una imagen de él muy mala, por eso no dejan de sacar un vídeo que no lo deja en buen lugar".

Se refiere a "un vídeo en el que dice que le gusta fastidiar a las parejas, pero solo lo dijo para entrar en la casa de Guadalix porque él no es así; lo grabó cuando se presentó al casting, y en un momento así tienes tantas ganas de entrar que dices burradas para que te admitan como sea".

Es una grabación, insiste, "donde dicen tonterías de mi hijo, que sin duda es el enemigo a batir por los demás concursantes porque fue el que más juego dio en todo lo que va de programa, de ahí que traten de dañar su imagen".

Pero ella sabe que "solo hay un Miguel", y cuando se le pregunta si es el del peluquín o el de ahora responde que "se escudaba en esa imagen perfecta y en ese canon de belleza, pero descubrió al verdadero Miguel, que en realidad es como se muestra ahora, sencillo, amable, cariñoso y natural".

"No hay que esconderse"

En realidad "se ha dado cuenta de que no hay que esconderse tanto detrás de algo tan superficial, sino que es preferible ser más natural y espontáneo".

Tras insistir en que le gusta mucho más ahora que está totalmente rapado, Loli Rodríguez recuerda el momento en el que acudió al programa y vuelve a la carga para espetar que "la imagen de depredador y de malo que están dando de mi hijo es una farsa, pero siguen insistiendo en ello a pesar de que el público está viendo en realidad que Miguel es súpercariñoso y afable".

Mensaje a los espectadores

De ahí que lance un mensaje a los grovenses, arousanos y gallegos en general, a quienes solicita "que no se queden con lo que el programa está poniendo para dar una mala imagen de Miguel; les pido que se olviden de esos vídeos que no le favorecen en nada y le hacen daño, que se fijen más en los que hablan del verdadero Miguel, el cercano y cariñoso".

Ahora el público decidirá si Miguel es el ganador de esta edición de Gran Hermano. Pase lo que pase nadie puede dudar de lo mucho que ha contribuido a aumentar las cuotas de pantalla de Telecinco, donde explican su evolución en el programa diciendo que "llegó a Guadalix sintiéndose un huevo en una jaula de canario y ahora se ha dado cuenta de que es una gallina dentro de una jaula, y está deseando abrir las alas y empezar a valorarse".