El conflicto familiar que acabó con la vilagarciana Ángeles Méndez Castrelo desahuciada de la vivienda que ocupa por una denuncia de sus propios padres, se originó en una deuda de varios miles de euros a causa del impago de los recibos municipales que ella se había comprometido a abonar y que provocó el embargo de la casa familiar. Así lo indicaron personas próximas a los progenitores de la desahuciada, quienes indicaron que la drástica decisión se adoptó al llegar a una situación límite en la relación con su hija y el marido.

Los familiares indicaron que Ángeles Méndez no solo no pagó los recibos de servicios municipales que eran de su responsabilidad, sino que tampoco comunicó a su familia que estaban pendientes. Así, según estas fuentes próximas a los padres, estos se enteraron de la deuda cuando les comunicaron desde el Concello el apremio de embargo de la casa por los impagos. Este fue el origen del conflicto principal que acabó con la denuncia por desahucio de la mujer y su esposo, aunque también reconocen las malas relaciones que en los últimos años había entre ellos.

Las personas próximas a los padres de Ángeles Méndez puntualizan que éstos le dieron permiso para instalar una estufa, pero no para romper una pared de carga que afectaba al inmueble. La relación se hizo insostenible hasta el punto de que los padres decidieron denunciarla y solicitar su desahucio porque "les estaban amargando la vida". La mujer se trasladará a una casa de la familia paterna deshabitada desde hace un año, según la familia.