Mientras el anhelado desdoblamiento no llega, el único tramo que queda de la antigua y peligrosa vía rápida de O Salnés seguirá siendo objeto de una especial vigilancia por parte de la Guardia Civil de Tráfico.

De hecho, estos 6,5 kilómetros que separan Sanxenxo de la rotonda de A Lanzada están incluidos entre la lista de los 300 tramos de carreteras convencionales más peligrosos de España, los llamados Invive, en una lista que ha elaborado este verano la Dirección General de Tráfico. Los viales que entraron en esta clasificación fueron aquellos que demostraron una elevada siniestralidad durante el último lustro y en los que, además, la elevada velocidad estaba muy asociada a los niveles de mortalidad y lesividad de los accidentes.

Por este motivo, esta carretera, junto con el resto de las 300 incluidas en esta lista, será objeto de un seguimiento especial por parte de los agentes de Tráfico con controles de velocidad por radar.

Señalización especial

De hecho, al igual que ocurrió con la variante de Marín, ya se ha instalado la señalización específica que advierte de la catalogación de esta vía como peligrosa y de la realización de controles de velocidad por radar de forma más exhaustiva. La variante de Marín es, junto al corredor de O Morrazo, otra de las carreteras que reciben esta catalogación, las únicas tres en la provincia de Pontevedra.

Curiosamente, una vez que se desdoble el corredor y se termine de convertir en autovía este tramo de O Salnés, la variante de Marín será el único tramo peligroso sin desdoblar. Una obra que cada vez se reclama más en la villa marinense.