Setenta hogares de zonas rurales de Vilagarcía cuentan desde finales de octubre con otros tantos composteros cedidos por la Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama) y con los que podrán fabricar abono natural a partir de la materia orgánica generada. Una de las condiciones para inscribirse en este programa fue que las viviendas tuviesen carácter unifamiliar y que dispusiesen de huerto o jardín en los que poder utilizar el compost resultante a modo de enmienda orgánica, para así alcanzar los beneficios ambientales, económicos y sociales que persigue esta iniciativa. En definitiva, avanzar hacia una gestión más sostenible de los residuos.

El programa de compostaje ya está en marcha después de que los vecinos participantes recibieran una serie de instrucciones en un curso de formación celebrado el pasado 26 de octubre, en el que pudieron conocer más detalladamente el alcance del proyecto y las tareas a realizar en el marco del mismo. La fase de preparación se completó con la entrega de material didáctico y explicativo de los pasos a seguir.

Los participantes tienen que separar los residuos orgánicos generados en sus casas y depositarlos en el compostero comunitario, igual que si bajasen a tirar la basura al contenedor correspondiente. El único trabajo a mayores es verter encima de la materia orgánica una cantidad similar de estructurante, que se encarga de acelerar la descomposición de los restos orgánicos para que se vayan transformando en abono de alta calidad que cumpla con los requisitos legales y reúna todas las condiciones para ser utilizado en la agricultura sin restricciones.

Fue el Concello vilagarciano el que solicitó a Sogama adscribirse al programa y el que, posteriormente, seleccionó a los hogares participantes. Sogama destaca la dimensión medioambiental de esta iniciativa, dado que los restos orgánicos representan entorno al 40% de la basura generada en un hogar. Eliminando este porcentaje se evita su depósito en los contenedores verdes convencionales, permitiendo al Concello reducir la frecuencia de recogida y transporte, con la consiguiente disminución de las emisiones de dióxido de carbono.

Beneficios económicos

En el apartado económico, al entregar menos basura a Sogama se reduce en la misma proporción el importe de la factura a pagar a la empresa pública, lo que puede llegar a conllevar un importante ahorro para las arcas municipales. Además, las familias participantes no tendrán que comprar fertilizantes artificiales, con un elevado componente químico y el consiguiente gasto. Por último, en la vertiente social, además de recuperar una práctica tradicional en Galicia, disminuyen los desplazamientos de los ciudadanos a los contenedores, por lo general distanciados de las viviendas debido a la alta dispersión de la población rural.