Los buzos de la cofradía de pescadores de O Grove inician hoy la campaña de extracción de erizo de mar, sumándose esta actividad a la iniciada hace semanas en la ría de Pontevedra y a la que se lleva a cabo en otros puntos de Galicia. A la espera de evaluar el estado del recurso y ver la cantidad disponible y el tamaño del producto existente, no cabe duda de que la crisis que se vive en este sector en Asturias puede beneficiar de manera notable los intereses gallegos.

Los asturianos figuran entre los principales consumidores del erizo -oricio, lo llaman allí-, pero la sobreexplotación del recurso obligó a las autoridades del Principado a decretar una veda de un par de años que incluso puede ampliarse si no se aprecian signos de recuperación evidentes.

Está por ver si el erizo gallego -tanto el de O Grove como el obtenido en otros puntos de la comunidad autónoma- es capaz de aprovechar la "sequía" asturiana para satisfacer la demanda, consolidarse y hacerse con nuevos clientes.

Aunque no va a resultar sencillo, pues si bien "se trata de una buena oportunidad, ya que la sobreexplotación ha mermado notablemente la producción de erizo en Asturias", no es menos cierto que "el problema es que aquí hay poco producto y puede suceder algo parecido", explica desde O Grove Carlos Allo, representante de la empresa Mariscar de Galicia, uno de los compradores del equinodermo en la lonja meca y distribuidor del producto que se envía a Asturias, Cantabria, Francia e Italia, entre otros destinos.

Desde Oviedo ya se apuntó en semanas pasadas que dos años de veda para el oricio se antojan insuficientes. Tanto es así los mariscadores de la región vaticinan que la dirección general de Pesca tendrá que acabar prolongando la prohibición ante la escasez de este equinodermo en el litoral asturiano.

Aseguran que los erizos de mar que quedan son pequeños y necesitan entre cuatro o cinco años para alcanzar el tamaño mínimo de explotación, de ahí que reclamen "estudios serios" y "más control" del furtivismo.

"En dos años no se va a solucionar nada, pues el oricio es una especie de crecimiento lento; la única forma de sacar algo es buceando, pero está prohibido", espetan en el propio sector.

Los mariscadores asturianos reconocen que "durante años se ejerció mucha presión sobre el recurso y ahora estamos pagando las consecuencias, por lo que habrá que dejar de pescar oricio el tiempo que haga falta".

Lo cierto es que la consejería de Recursos Naturales planteó inicialmente la posibilidad de aplicar una veda "total y permanente" para el erizo. Sin embargo, por Resolución de 5 de septiembre de 2016, que establece medidas en relación con la extracción de la anémona de mar u ortiguilla (Anemonia viridis) y oricio (Parecentrotus lividus), se optó finalmente por aplicar "una veda total de dos años, revisable en función del estado del recurso", de obligado cumplimiento tanto para mariscadores profesionales como recreativos.

Haciendo uso de la competencia exclusiva que tiene en materia de pesca marítima en aguas interiores y marisqueo, el Principado de Asturias dictaba así una resolución que puede parece drástica, pero que sin embargo está plenamente justificada y que el sector parece entender perfectamente.

Y parece la única solución posible, ya que, como la propia consejería indica que "los últimos estudios acerca del estado del oricio determinan que dicho recurso no se ha recuperado, a pesar de haberse introducido una veda de ocho meses al año mediante Resolución de 10 de abril de 2013".

Pero lejos de ello "la situación del recurso hoy es mala, con un importante descenso de la biomasa explotable y la desaparición de los bancos más importantes", motivo por el cual "los estudios científicos aconsejan adoptar la medida de una veda, hasta que se aprecie una recuperación de la biomasa y de la estructura poblacional de los bancos que posibilite una explotación sostenible en el tiempo". Se trata así de evaluar a partir de ahora cómo evoluciona la especie.

El propio presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias, Dimas García, manifestó a raíz de la aplicación de esta veda que "habrá que comprobar si verdaderamente la medida vale para algo o hay que tomar otras distintas".

Su deseo, y su esperanza, es que entre este parón extractivo y la repoblación de alevines que lleva a cabo el Centro de Experimentación Pesquera la población de oricios pueda mejorar.

No va a resultar sencillo, pues "fuimos muchos los que durante años estuvimos tirando del teto; tanto profesionales como deportistas", reconoce el representante de las cofradías asturianas.