La directiva gallega de Esquerda Unida ha decidido tomar medidas ante las diferencias abiertas en el seno de su grupo municipal en Vilagarcía de Arousa que han llevado al nuevo concejal Miguel Alves a contradecir reiteradamente la postura que defiende el portavoz, Jesús López.

Los acontecimientos ocurridos en el pasado pleno extraordinario sobre la modificación de las ordenanzas fiscales, cuando Miguel Alves optó por no apoyar la moción presentada por su grupo en la que se planteaba el tipo impositivo del IBI en el 0.54, un punto menos que el propuesto por el gobierno socialista, fue la gota que colmó el vaso de la paciencia.

El secretario de organización de EU-Galicia, Rubén Pérez, ya estuvo en agosto en Vilagarcía respaldando la labor del portavoz municipal de la agrupación, Jesús López, anunciando que se adoptarán las medidas establecidas por la organización política en estos casos.