El departamento de Benestar del Concello de Vilagarcía de Arousa detecta un nuevo perfil de usuarios en Servicios Sociales que demandan ayudas de emergencia. Se trata de personas que están trabajando de forma temporal con unos salarios tan bajos que no cubren las necesidades familiares, por lo que siguen dependiendo de aportaciones solidarias para hacer frente a gastos imprevistos o a veces el pago de la factura de la luz. El trabajo en este departamento municipal se continúa incrementando, por lo que la concejala responsable del mismo, Tania García, optó por acometer una reorganización del servicio con la incorporación de otro trabajador social.

"Hay muchas familias sin ingresos por tener todos sus miembros en el paro. En Vilagarcía el índice de desempleo es importante. Pero, por lo que observamos en Servicios Sociais, hay gente que ha accedido a un puesto de trabajo en unas condiciones que tampoco les permite mejorar su situación económica, por lo que ahora también atendemos a trabajadores pobres", declaró Tania García Sanmartín.

La demanda asistencial en Servicios Sociais lejos de reducirse, sigue incrementando, por lo que también crece la lista de espera en este departamento. Para paliar esta situación, desde este lunes comienza a funcionar este departamento municipal con cuatro trabajadores distribuidos en otras tantas zonas asistenciales del municipio. Por lo tanto, cada trabajador social tendrá un área geográfica con unos 9.000 vecinos, en lugar de los 12.000 que atendían hasta ahora los tres técnicos del servicio.

"Esperamos que esta reordenación y este refuerzo contribuya a reducir la lista de espera del servicio. De todos modos ya estábamos agilizando las gestiones de las ayudas de emergencia social", declaró la concejala.

La agilización de estas ayudas ha contribuido a que sean prácticamente simbólicos los casos a los que se ha tenido que recurrir al convenio firmado por el Concello de Vilagarcía con Gas Natural-Fenosa para evitar cortes de suministro eléctrico.

"Casi no hemos tenido que hacer uso de este acuerdo porque tanto desde Servicios Sociais como por parte de las entidades sin ánimo de lucro que colaboran con el Concello hemos podido ayudar a tiempo a todos los usuarios en situación de emergencia en el pago de algún recibo de la luz. Así no se llegó a la amenaza del corte de suministro", puntualizó García Sanmartín.

La nueva unidad de trabajo social, UTS, comienza a funcionar este lunes, lo que permitirá reducir el cupo que tiene asignado cada técnico.

La trabajadora que comenzará a desempeñar su labor en la cuarta UTS ya tiene asignadas citas debido a que ya en el mes de septiembre comenzaron a formalizarse las agendas en función del nuevo reparto. Ahora cada unidad tiene asignada una población potencial de 9.500 habitantes, lo que reduce en unas 3.000 personas el cupo que había anteriormente.

La redistribución geográfica de la población de referencia se hizo en base a cuatro criterios: la estabilidad en la atención de las personas y menor variabilidad en las calles y zonas asignadas; la efectividad y diligencia en el reparto de las áreas, reorganización y optimización de los tiempos; la equidad en el reparto del número de habitantes empadronados en cada zona; y la minimización de factores de interferencia personal en la posible atención de personas.

La estructura actual de Servicios Sociais se compone de una unidad de primera atención de emergencias, a cargo de una becaria del programa provincial, 4 unidades de Traballo Social; una trabajadora social para programas específicos como la Escola Infantil Municipal o el Conciliatardes, que también se encarga de la Unidade de Tramitación de apoyo a las otras; una educadora para los programas de apoyo familiar; dos auxiliares administrativos y la coordinadora del servicio.