Aunque la cantidad de uva que se encuentra bajo las parras no es muy alta, la calidad del tinto Barrantes de este año va a estar totalmente garantizada. Así lo reconocen los cosecheros de esta variedad híbrida que es prácticamente única de la comarca de O Salnés. Uno de los bodegueros más conocidos de esta variedad es Manuel Abuin "Piris", que ayer aseguraba que la de este año va a ser una "añada de calidad superior, ya que a la uva le ha venido de manera excepcional el calor del verano, y las últimas lluvias le han permitido alcanzar un proceso de maduración excelente".

Hasta el momento, la vendimia de esta variedad híbrida, tan solo ha alcanzado el 50% del total, sobre todo porque la mayor parte de los cosecheros "también cuentan con cepas de albariño, y se están centrando en esta variedad, mucho menos resistente que el tinto Barrantes a cualquier cambio meteorológico". En principio, la cosecha va a ser mucho menor que la del pasado año, aunque la calidad va a ser mucho más alta.

El cosechero de Ribadumia no pierde la esperanza de que el tinto Barrantes alcance algún día el reconocimiento administrativo que le permita ser comercializado, sea como Vino de Mesa o como Indicación Geográfica Protegida, dos de las alternativas que se han trabajado durante la última década para alcanzar ese objetivo. "Con que se pueda comercializar, cualquier reconocimiento administrativo nos sirve", explica Abuín antes de señalar que "en los últimos años, la demanda de este vino está siendo menor ante la imposibilidad de contar con una etiqueta y el temor a ser sancionados por ello, algo que nos perjudica a los cosecheros y que queremos corregir desde hace años, pero la decisión política no se toma".

El grueso de los cosecheros de tinto Barrantes se concentra en los municipios de Ribadumia, Meaño, Meis y Cambados, ya que la variedad es prácticamente endémica de este entorno, donde se ha convertido en un cultivo más de tradición que de réditos económicos.