A las ocho de la mañana del miércoles salía del embarcadero de Tui el primero de los 22 equipos que participan en el tradicional concurso de patrullas que organiza la Brilat, una exigente prueba militar que a la vez es un particular peregrinaje a Santiago en el que los soldados deben cubrir en un máximo de 36 horas y 40 minutos mientras superan siete pruebas específicas. Normalmente la mayoría de los equipos cubren los 120 kilómetros en 20 o 21 horas, por eso ayer ni siquiera dio tiempo a verlos cruzar el Ulla en Pontecesures, ya que la mayoría de los participantes lo hicieron de madrugada.