Al soporífero calor que profesionales y pacientes soportan en el ambulatorio de San Roque (Vilagarcía de Arousa) durante el verano se ha sumado en esta ocasión el problema de falta de personal facultativo para atender a los 120 usuarios de promedio diario, debido a que no se cubren días libres o permisos.

El colmo se produjo esta pasada madrugada cuando un médico que solicitó un permiso urgente por un grave problema familiar tuvo que regresar al PAC para atender las numerosas urgencias que se registraron de madrugada pues su compañero no daba abasto.

En el PAC se establecen en verano dos turnos de guardia: de 15 a 22 horas, con tres médicos; y de 22 a 8.00 horas, con dos galenos.

El problema se suscitó en el turno de madrugada cuando por un imprevisto uno de los dos médicos tuvo que pedir licencia para atender una urgencia grave personal, a la que tenía derecho. Normalmente, este tipo de situaciones se cubren con sustitutos de la bolsa con la que cuenta el Servicio Galego de Saúde.

Pero en la noche del sábado, el directivo de guardia alegó que no había posibilidad de encontrar un relevo por lo que decidió que un solo médico atendiera todas urgencias que se presentaran en esa franja horaria.

Obviamente, el trabajo era imposible de atender por lo que desde el ambulatorio se pusieron en contacto con el compañero ausente para comunicar la situación que se había provocado en el centro, debido al número de pacientes que requerían atención.

Por compañerismo, explican en fuentes del centro hospitalario, el médico que estaba de permiso "decidió volver para ayudar a su compañero, eso sí, a partir de las doce de la noche, pues antes tuvo que resolver alguna de las cuestiones personales que le habían surgido".

El malestar entre los trabajadores es ahora máximo. Afirman que es el tercer fin de semana que se producen situaciones similares porque el Sergas no envía refuerzos suficientes para completar el cuadro de personal.

Recuerdan que además este verano se registró un importante número de pacientes debido al aumento de población flotante, por el auge del turismo.

En estos momentos la principal carencia es la de médicos, pues otros departamentos se han dotado con más personal.

Cabe señalar que en el PAC de Vilagarcía se atiende también a usuarios de Vilanova de Arousa y Catoira, por lo que la presión asistencial es demasiado elevada.