Las medidas adoptadas en Galicia contra la avispa asiática, o velutina, no solo no han conseguido erradicarla, sino que tampoco han logrado controlar su avance. Así se desprende al menos de las declaraciones de algunos responsables de servicios de emergencias de O Salnés consultados por FARO, que perciben una mayor presencia de este insecto procedente de Asia y que llegó a Galicia a principios de la década actual.
Francisco Javier Guillán Busto, que es jefe del Servicio Municipal de Emerxencias de Vilagarcía, y presidente a su vez de Protección Civil plantea que "la actividad es mayor", si bien puntualiza que se trata de una percepción personal sin aval estadístico, puesto que el verano pasado la mayor parte de los nidos los retiraba la empresa pública Tragsa, mientras que los servicios municipales de emergencias prestaban colaboración, por lo que el número de nidos retirados por el personal de Vilagarcía el verano de 2015 es necesariamente inferior al de la presente temporada.
También consideran que hay más colmenas de velutina José Manuel Otero, "Caamaño" y Andrés Otero, que son presidentes de las agrupaciones de Protección Civil de Valga y de Ribadumia, respectivamente. El primero de ellos, además, es responsable del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de Valga, y cuya área de influencia se extiende a Catoira, Pontecesures, Portas y Caldas de Reis.
"Caamaño" afirma que "el año pasado detectamos nidos en tres puntos de Valga, y este verano ya los hemos detectado en más. Además, hemos hablado con apicultores, y nos han dicho que ellos también ven más velutinas. Ha habido un aumento, pero es algo que ya esperábamos". Mientras, el ribadumiense Andrés Otero, que también tiene colmenas de abejas para producción de miel, sostiene que "hay bastantes más nidos que el año pasado, y si no se quitan a tiempo acabarán siendo más también más grandes que los de 2015".
Unos 40 en Vilagarcía
La forma de trabajar en Galicia ha cambiado esta temporada, con lo que ya no es Tragsa quien lleva el peso de la retirada de los avisperos de velutina, sino determinados grupos de emergencias, como los GES o algunas agrupaciones de Protección Civil. Una de las que participan en el convenio con la Xunta de Galicia es la de Vilagarcía -a través de su grupo de emergencias-, y según datos de Guillán Busto, en lo que va de temporada ya han retirado en torno a 40 nidos.
Hay jornadas de mucha actividad, como el viernes, en las cuales hay que retirar hasta cuatro avisperos. Por lo general, el procedimiento consiste en una visita a la zona durante el día, para conocer la ubicación exacta del nido y sus dimensiones, y se regresa por la noche, para matar los insectos mientras están en la colmena. El paso siguiente consiste en retirar y quemar ésta, para evitar que las larvas puedan sobrevivir.
El GES de Valga, por su parte, ha intervenido ya en una veintena de avisos, mientras que Protección Civil de Ribadumia ha quitado una docena de nidos solo durante el último mes. Y según Andrés Otero no paran de aparecen otros nuevos. "Estamos pendientes de quitar tres. Uno está en el pinche de una casa de Barrantes, otro en la chimenea de una casa de Lois y nos acaban de avisar de otro que apareció en la cámara de una casa que está entre Meis y Ribadumia".
En lo que coinciden los tres responsables de emergencias es que si bien por el momento la mayoría de los nidos que están apareciendo aún son primarios (en formación, y con capacidad para un centenar o dos de avispas), ya se han encontrado varios secundarios. En estos últimos ya pueden convivir varios millares de ejemplares, y pueden alcanzar hasta un metro y diez centímetros de diámetro, como uno retirado por el equipo de Busto en Cornazo en 2015. De algún modo, la lucha contra la velutina es en estos momentos una carrera contra el reloj para evitar la conversión de los nidos primarios en secundarios.
Pendientes de las pértigas
La Xunta de Galicia ha entregado a los equipos de emergencias que trabajan en este cometido unos trajes de apicultor específicos para la velutina. Se trata de unos uniformes algo más acolchados, para evitar que el aguijón de la vespa asiático, ligeramente más largo que el de la abeja, pueda perforar la funda clásica de los productores de miel. Eso sí, se trata de un traje que cuesta unos 400 euros, frente a los 65 o 70 que puede costar el convencional de apicultor. Otros años, los equipos de Protección Civil usaban estos, pero los reforzaban llevando por debajo el equipo de intervención o un mono de trabajo.
Además, la Xunta ha prometido a los equipos municipales Además, la Xunta ha prometido a los equipos municipales y supramunicipales unas pértigas especiales con tubo, con las que poder fumigar los nidos que aparezcan a grandes alturas y en zonas de difícil acceso, como por ejemplo las copas de los árboles. Sin embargo, el reparto de estas pértigas aún está en pañales, y Vilagarcía y Valga aún no las tienen. Sí dispone de ella Ribadumia, de ahí que hayan sido llamados a retiradas de avisperos aparecidos en localidades próximas.
En Valga, por su parte, lo que hicieron al encontrarse con un nido a gran altura fue solicitar la colaboración de los bomberos del parque de O Salnés, y estos acudieron con su camión autoescalera.
