Representantes del Concello de Vilanova y de la Diputación mantendrán el próximo viernes el enésimo encuentro para tratar de desbloquear la parálisis que rodea a las obras de conversión en auditorio de la casa da cultura de O Esteiro. El Concello viajará a Pontevedra con la idea de poner encima de la mesa una propuesta, la de ser la propia administración municipal la que se haga cargo de la dirección de la obra, una propuesta que, entiende el alcalde del municipio, Gonzalo Durán, serviría "para acabar con una obra que se ha eternizado en el tiempo".

Esa propuesta ya se puso encima de la mesa a la Diputación, pero no hubo "una respuesta satisfactoria, pero en esta reunión hay que sacar algo en limpio que permita continuar con la obra y evitar que lo que se ha hecho acabe convirtiéndose en una ruina si le pasa otro invierno por encima".

Será la primera vez que esta propuesta se analice en una comisión de seguimiento, reunión que el Concello de Vilanova llegó a solicitar "hasta en tres ocasiones sin que se convocara", explica Durán.

La postura a adoptar por el grupo de gobierno vilanovés no es otra que "solicitar a la comisión que se vuelva a reunir para valorar la posibilidad de cedernos la responsabilidad de la contratación y la gestión. Nos han dicho que hay ejecutado un 55% de la obra cuando en noviembre del año pasado nos dijeron un 15%. No entendemos nada y no se puede jugar con los intereses de Vilanova. Más aún cuando ni siquiera han sido capaces de rescindir el contrato con la empresa que estaba haciendo la obra".

El presupuesto de la actuación es de 1.300.000 euros, "trabajaríamos sobre él. Además todas las obras que asumimos están ejecutadas y finalizadas".

El desencuentro entre la Diputación y el Concello de Vilanova por las obras de O Esteiro se remonta al pasado mes de noviembre, cuando la institución provincial decidió paralizar las obras de construcción por la aparición de una línea de media tensión que se encontraba en el ámbito de actuación de la construcción. El Concello mostró su indignación con esa decisión al entender que debía haber sido informado previamente de la misma y al considerar que nunca se debía haber paralizado la actuación. En varios encuentros, existió el compromiso de reiniciar las obras cuanto antes, algo que no ha ocurrido y que para Durán supone "un grave perjuicio para los vilanoveses, ya que este año era el 150 aniversario de Valle-Inclán y había muchas actividades previstas para esas instalaciones".