"El artefacto apareció entre las piedras de la escollera y nos dijeron que se trata de dinamita, empleada cuando la piedra se sacó de la cantera, por lo que es preciso explosionarlo y debemos desalojar". Así se pronunciaba a las siete de la tarde de ayer el director del Acuario O Grove, quien mostraba su preocupación por el estado de los miles de animales que viven en estas instalaciones. "Tenemos que revisarlo todo muy bien porque la explosión controlada de la dinamita se hizo cerca de las tuberías con las que captamos agua del mar para abastecer los tanques de nuestros animales", indicó una vez controlada la situación. En este caso había visitantes en el interior, "pero los Tedax nos dieron margen y fueron saliendo de forma ordenada; después cerramos y ya no dejamos entrar a nadie más".

En el camping avisaron por megafonía para que las familias alojadas en sus tiendas de campaña y bungalós salieran del recinto. Lo hicieron también ordenadamente y poco a poco, esperando en una gran explanada situada frente al propio camping y el acuario, que están situados uno al lado del otro.

El explosivo estaba en el lado contrario, es decir, por la parte trasera de las dos instalaciones. "Teníamos dentro unas 400 personas y tuvieron que salir, pero fue muy rápido y pronto pudieron realojarse", confirmaban en el camping.

"Lo cierto es que tuvimos tiempo de sobra para salir y después todo ha sido muy rápido; a pesar del susto no hemos pasado miedo", indicaban los clientes de este camping.

De la playa también tuvieron que salir un centenar de personas, aunque desde la lejanía muchos siguieron el operativo policial con atención.