Mariano Rajoy, presidente en funciones del Gobierno de España, no solo se relaja en la comarca con sus paseos matinales en la Ruta da Pedra e da Auga, sino que aprovecha su estancia en O Salnés para saborear la preciada gastronomía grovense.

Y esto lo llevó ayer al restaurante Culler de Pau, donde estuvo acompañado, entre otros comensales, de la exministra de Fomento y actual presidenta del Congreso, Ana Pastor.

Ambos políticos son buenos conocedores de la comarca arousana, y de O Grove en particular, donde en anteriores ocasiones Rajoy ya se dejó ver paseando por la orilla de la playa de A Lanzada, en la isla de A Toxa y en otros lugares de tirón paisajístico y turístico.

Lo mismo puede decirse de Ana Pastor, que hace solo unos días asistía en la isla a la gala contra el cáncer del Eurostars Gran Hotel La Toja y que suele acudir a los actos organizados en el Club Náutico de San Vicente do Mar, en Pedras Negras.

Como ellos, a lo largo de los años otros muchos políticos demostraron que sentían debilidad por O Grove, por eso veraneaban en esta villa o incluso disponían en ella de segunda residencia. Fue el caso de José Bono, Emilio Pérez Touriño, Adolfo Suárez, José Cuiña y tantos otros.

Mariano Rajoy y Ana Pastor mostraron en infinidad de ocasiones su atracción por este municipio y los múltiples encantos que encierra, entre los que destaca, cabe insistir, la buena cocina.

Es por ello que eligieron para el almuerzo un establecimiento tan importante y laureado como el Culler de Pau, asentado en el lugar de Reboredo, con vistas sobre la ría de Arousa y distinguido con una "estrella Michelin". Este afamado restaurante tiene como chef a un maestro de prestigio como Javier Olleros, que lógicamente ejerció de anfitrión y volvió a demostrar su saber hacer entre fogones.

El presidente en funciones se desplaza con frecuencia a la comarca. En esta ocasión -llegó el jueves- ya tuvo oportunidad de pronunciarse sobre sus sensaciones y proyectos, declarando que tiene "cosas que estudiar" y que "aquí se piensa muy bien".

También se mostró preocupado por los incendios, sobre los que ayer pudo reflexionar nuevamente, ya que el humo era evidente sobre la ría que podía divisar mientras almorzaba con Pastor.

Su intención con este descanso en Arousa es "recobrar fuerzas", ya que la semana que viene tendrá reunión del comité ejecutivo y nuevas negociaciones para lograr la investidura.