La propietaria del establecimiento comercial El escondite de Lourdes, emplazado en las galerías de la avenida López Ballesteros sufrió el viernes el mayor susto de su vida. María Lourdes Barreiro Vidal se encontraba, sobre las seis de la tarde, en el interior de su negocio cuando dos personas, hombres, con la cara cubierta con una especie de camiseta irrumpieron uno portando una pistola y otro un cuchillo. Con ambas armas amenazaron a la comerciante, que no pudo distinguir si la pistola era real o simulada, y le exigieron que les diese el dinero que tenía. Le quitaron el móvil de la mano a la mujer, que en un primer momento se resistió, aunque estaba atenazada por el miedo y temía que pudieran agredirla poniendo en riesgo su vida. Los ladrones cogieron también una caja metálica debajo del mostrador en la que tenía la recaudación y, acto seguido, se marcharon del local con un escaso botín, alrededor de cien euros, además del teléfono, valorado en menos de ochenta euros.

El robo apenas duró media hora que a María Lourdes Barreiro se le hizo eterna. Ayer acudió a denunciar el robo con violencia e intimidación en la Comisaría de Policía, aportando algunos datos que podrían ser de ayuda a la hora de identificar a los ladrones. Eran dos varones de muy corta edad, pudiendo incluso ser menores. Medían alrededor de 1,60 de estatura, uno con pelo negro y el otro castaño. El único de los asaltantes que habló durante el atraco tenía acento sudamericano.

Aunque la comerciante tiene una cámara de seguridad en el interior de su establecimiento, esta es simulada, de manera que no recoge imágenes. Es simplemente un elemento disuasorio. Aún así, la mujer cree que podría reconocer al menos a uno de los ladrones, ya que cuando estos abandonaron su comercio los siguió unos metros, observando como se destaparon la cara y saltaron un muro próximo en dirección a la estación de tren.

Identificación en 72 horas

El susto fue inmenso para esta comerciante vilagarciana que, al verse amenazada por dos armas, una que podría ser de fuego y otra blanca, llegó a temer que los dos asaltantes atentasen contra su integridad física. La Policía Nacional se encarga ahora de las investigaciones para llegar a identificar a los dos jóvenes. Según consta en la denuncia, si estos no son identificados en el plazo de 72 horas, las diligencias no serán enviadas a la autoridad judicial, sin perjuicio del derecho de la víctima a reiterar su denuncia ante la Fiscalía o en el juzgado de guardia.