Les llamaron los Beatles españoles y, salvando las distancias, lo cierto es que sus fans siguen siendo legión. El jueves se atrincheraron en las primeras filas del Parque da Xunqueira y, algunas con pancartas, se arrancaron con "Marta tiene un marcapasos" antes incluso de que comenzara el concierto. Hombres G demostraron su poder de convocatoria. Pocas veces se vio A Xunqueira tan abarrotado. Niños, adolescentes, treintañeros, cincuentones,... David Summers & Cía traspasan generaciones y saben como calentar el ambiente hasta la fiesta total. Comenzaron por todo lo alto, dando un salto mortal con "Voy a pasármelo bien" , toda una declaración de intenciones, y regalándoles los oídos a las mujeres "guapísimas de Vilagarcía" en "El ataque de las chicas cocodrilo".

Summers conectó con el público lanzándole besos, cantando "Un par de palabras" a capella con con sus incondicionales y con guiños constantes a las bondades de Galicia: "Nos encanta Vilagarcía, estamos encantados de estar aquí". Gritos de "¡guapo!" le daban la réplica. "Siempre que venimos a Galicia nos lo pasamos de puta madre", insistía el cantante en los prolegómenos de "Me siento bien", tema que levantó el ánimo de las alrededor de 7.000 personas que, según la Policía Local, se congregaron en A Xunqueira. Bien es cierto que la aglomeración hacía difícil los cálculos, con las gradas a rebosar, miles de espectadores apiñados en la pista, en la que por momentos incluso se hacía difícil bailar, y también en el pasillo central del parque. No cabía un alma. El bar, que gestiona una orquesta a cambio de actuar gratis en las fiestas, fue fiel reflejo de cómo estaba el ambiente. El grifo de cerveza no dio más de sí, las existencias de hielo se agotaron y los pocos camareros que atendían la barra no daban abasto.

En más de hora y media de espectáculo hubo momentos apoteósicos con temas míticos de Hombres G, se llamasen "Suéltate el pelo" o "Visite nuestro bar"; momentos para el amor ("Te quiero") y para el desamor con "Temblando", con David Summers acompañado solo por el teclista Jason Paradise y poniendo la piel de gallina a más de uno; y momentos de relax con temas menos conocidos por el público general -no así los fans- como "Vuelve a mí", extraído de su primer disco y que el grupo nunca había tocado en directo en más de 30 años de trayectoria.

Con los bises llegó el delirio porque, como debe ser, lo mejor estaba reservado para el final. A Xunqueira se vino abajo en cuanto el batería Javi Molina tiró de bozarrón para pronunciar las primeras palabras de "Venezia". El "vamos juntos hasta Italia" y, acto seguido, el "sufre mamón" de "Devuélveme a mi chica" retumbaron en toda Vilagarcía en la voz de miles de personas. Con el público a sus pies y entre aplausos Hombres G dijeron adiós con un "¡Sed felices!".