La reyerta que se produjo a primera hora de la noche del lunes en Celso Emilio Ferreiro (Vilagarcía) se inició presuntamente cuando un hombre empezó a tirar huevos desde la ventana de su piso hacia un parque situado en las inmediaciones, y en el que al parecer estaban jugando unos niños.

Según el parte de la Policía Nacional, el hombre tiraba los huevos a la calle mientras increpaba a los viandantes, hasta que el padre de uno de los niños que estaba en el parque, así como su abuela, reprocharon la actitud del varón que estaba lanzando los huevos.

Al parecer, le dijeron que bajase a la calle y éste así lo hizo. No obstante, parece ser que en ese momento no solo le acorralaron el padre del niño y la abuela -madre a su vez del varón-, sino otros vecinos que estaban en la zona, por lo que el presunto causante del incidente corrió a refugiarse en el portal del edificio y en su casa.

No obstante, según las diligencias abiertas en la Comisaría, las cosas no quedaron ahí, y minutos después el hombre que había tirado los huevos -de mediana edad- volvió a bajar, pero esta vez traía con él un objeto punzante que no ha sido concretado, pues algunos testigos hablaron de un cuchillo, mientras otros aludían a un destornillador. Una vez más, se enzarzaron en una reyerta, pero esta vez sí hubo consecuencias personales, puesto que la abuela del niño sufrió unos cortes en una pierna y el dedo de una mano, en principio de carácter leves, por lo que fue trasladada al servicio de Urgencias del Hospital do Salnés. A falta de que se esclarezcan los detalles de los hechos, se cree que se hizo dichas lesiones con el objeto punzante que había bajado de su casa el hombre que tiró antes los huevos.

También tuvo que acudir a un médico el padre del niño, en este caso al centro de salud de San Roque, pues supuestamente se hizo daño en la reyerta. A consecuencia de ésta también se vio afectado un vehículo marca Audi que estaba aparcado enfrente del portal donde residía el presunto agresor.

Su dueño denunció ante la Policía Nacional diversos daños en la carrocería del automóvil, así como que le rompieron uno de los espejos. Igualmente, se rompió uno de los cristales de la puerta de entrada, mientras las paredes del inmueble se vieron salpicadas de manchas de sangre.

El supuesto agresor fue detenido a lo largo de la mañana de ayer, después de que se presentase en Comisaría. Presuntamente, y según fuentes oficiales los agentes no le detuvieron el lunes por la noche puesto que cuando tuvieron conocimiento de la primera reyerta todavía no se había producido la agresión con arma blanca.